Acaba un año que ha tenido de todo, también en el blog, y puesto que es el mejor momento de hacer balance y afrontar nuevos propósitos, reúno en esta entrada los 12 mejores posts a mi juicio. Uno por cada uva, y que no coinciden con las entradas más leídas, además.
- Maternidad idealizada: Porque la maternidad no es como nos la contaron. No se parece en nada, y lo peor es que, estando embarazada, da igual qué te digan, crees que son exageraciones o que a ti no te pasará. La maternidad es maravillosa, sí, pero también un infierno. Dos caras de una misma moneda.
- Consejillos vendo: Te crece la tripa y te llueven los consejos, unos más acertados que otros. Me quedo con lo que dijo en las clases preparto una madre embarazada del segundo y a la que le preguntaron por sus sensaciones ante el parto: “Ahora que sé lo que es, es mucho peor, voy cagada de miedo”. Creo que, en su situación, respondería lo mismo.
- Nuestra historia de destete progresivo y a demanda: Han pasado diez meses desde que dejamos el pecho y a veces lo echo de menos, a pesar de unos inicios muy difíciles. Tuvimos la suerte de que el destete fuera respetado, al ritmo de mi hijo y por voluntad suya. En este post cuento cómo.
- Ideas creativas para recordar el primer año del bebé: El primer año es especial y pasa volando, así que mejor guardar recuerdos de esta época tan especial. Un diario del embarazo, caja de recuerdos, impresión de sus huellas o una grabación con su llanto son algunas de mis propuestas.
- Historias escandalosas de una crianza pasada: Historias de una crianza afortunadamente pasada y una reflexión sobre las cosas que cuestionarán dentro de unos años sobre nuestra forma de criar a los hijos. Cuántas veces hemos oído eso de “pues así se hacía antes y mira qué bien hemos salido”.
- De tiendas con un bebé: Pocas veces se alinean los astros y pasas una tarde tranquila de compras. La mayor parte de las veces es un infierno de lloros, sudores en el probador, ropa que más tarde se devuelve y demasiadas prendas infantiles que no hacían falta. Un balance bastante negro, y encima, repetimos.
- San Fermín con un bebé: Los sanfermines con niños no son lo que eran. Seguro que te sientes reflejado en más de uno de estos 10 puntos. Tranquilo, nos pasa a todos y sólo el tiempo (y una cuadrilla con más hijos) lo cura. ¡Ya falta menos!
- ¿Niño o bebé?: Una reflexión sobre esa difusa línea que separa a nuestro bebé de un niño, o esa delgada línea que otros ven claramente y para nosotras, las madres, está muy borrosa.
- El pequeño troglodita y el gato ninja: Porque si esta pequeña casa ya es un lío con un niño pequeño que requiere mil atenciones y nos roba las sartenes, imagina qué sucede si a la ecuación le sumas un gato con comportamientos de ninja y tendencias asesinas.
- Cuando el parto acaba en trauma: No todo van a ser risas y chascarrillos, a veces toca ponerse seria, sacarlo todo fuera y volver a derramar alguna lagrimilla de más. El apoyo y el arrope de los comentarios ha sido lo mejor del año, sin duda.
- Aprender a dormir solo en la cuna sin lágrimas (un cuento para conseguirlo): A veces suena la flauta y hay cosas en las que, como padres, tenemos éxito. Lo conseguimos y me apresuré a contarlo, no fuera a ser que me quedara sin patentar el fantástico cuento de Pepito.
- Por qué no es tan malo que tu bebé nazca a finales de año: Una reivindicación en toda regla de las bondades de nacer cuando nadie (o casi nadie) quiere nacer, a ultimísimos de año. A todo hay que verle su lado positivo, y lo cierto es que tiene muchas cosas buenas.
Que 2015 sea muchísimo mejor, se cumplan vuestros deseos y que a mí me traiga más inspiración y mejor pluma. ¡Feliz Año!