Doctor, ¿sufro nomofobia?

Hoy en día, uno de nuestros bienes más preciados son los móviles. Nos pasamos horas enganchados a ellos hasta el punto de haber cambiado el sofá y el mando de la tele por nuestras camas y nuestro Smartphone.

El vicio a los teléfonos móviles ha llegado a tal extremo que muchas veces no somos capaces de andar por la calle sin consultar las notificaciones de Facebook o de Whatsapp, un fenómeno que se ha denominado bajo el concepto de nomofobia, o lo que es lo mismo, temor y ansiedad ante el hecho de no poder consultar el móvil cada vez que queramos, y el cual padecen el 77% de las personas. Durante el pasado mes de mayo, se publicaron los resultados de Desconect@, un programa psicoeducativo que tiene como objetivo conseguir un uso responsable de la tecnología entre la población española. Los resultados de los estudios manifestaron que un 21,3% de los jóvenes españoles está enganchado a Internet, situándose como el país europeo con mayor adicción adolescente, por encima de la media de la Unión Europea (12,7%).

Pero no nos centremos en el sector adolescente y miremos un poco más allá. Cada vez son más los españolas que están pendientes del móvil las 24h del día, incluso en al trabajo. Marc Masip, psicólogo experto en adicción a la tecnología y director de Desconect@ considera que una persona es adicta al Smartphone “cuando el uso del teléfono termina afectando a su vida personal o profesional”. Quién no ha consultado el móvil alguna vez (o varias más) cada vez que nos sentimos agobiados en el trabajo para ver si alguien nos ha hablado o para comprobar que a nuestro móvil aún le queda suficiente batería como para aguantar el resto del día, no vaya a ser que se nos muera de camino a casa.

He aquí algunos ejemplos para que sepáis de lo que estoy hablando:

1. Miramos el móvil para comprobar la temperatura en lugar de abrir la ventana
2. Consultamos el Facebook de manera tan seguida hasta el punto de ver que hay prácticamente las mismas novedades que hace 2 minutos
3. Se te cae el teléfono sin querer porque te has quedado dormido mientras hablabas y te despiertas con el móvil en la otra punta de la cama, del sofá, del suelo o derivados
4. Cada mañana te levantas 5-10 (o los que sean) minutos antes para jugar/hablar/consultar cosas con el móvil
5. Consultamos la hora en el móvil a pesar de tener en nuestra muñera un nuevo y precioso reloj
6. Tenemos ataques de pánico una vez cara hora porque no nos acordamos dónde hemos dejado el móvil

 ¿Estáis de acuerdo con muchas? Ante esta realidad, dos jóvenes emprendedores crearon la aplicación Face Up que, tras medir el nivel de enganche de una personal al móvil, le propone retos para superar el problema o le invita a reflexionar sobre todo lo que nos estamos perdiendo por un triste aparato. ¿Quizá deberíamos echarle un vistazo?