Este año 2021 es año Xacobeo, y todos los puntos por los que pasa el Camino Francés, en un año normal, se llenarían de viajeros y peregrinos caminando hacia el sol de poniente, y aunque no todo está perdido, parece claro que no será un Año Xacobeo normal. Aquí en los Burgos celebramos además el 800 aniversario de la primera piedra de la Catedral de Burgos, y parece difícil que la pandemia nos deje celebrarlo como merece. No obstante, el Camino tuvo un buen homenaje en una serie de televisión llamada Tres Caminos, en la que nos cuenta las peripecias de un grupo heterogéneo de caminantes, a cuál más singular, mientras recorren en camino en diferentes momentos de su vida. No os diré que os recomiendo la serie, pero sí es cierto que me dejó muy impresionado las veces en que se paraba en este lugar, la Cruz de Fierro, a medio camino entre Astorga y Ponferrada, en el punto más alto del Camino Francés, en el Monte Irago, a 1500 metros de altura.
By Rubén Ojeda, CC BY-SA 3.0 es, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=12446974Un tronco de roble de 5 metros de altura, con su cúspide coronada por una cruz de hierro, y cuya base se apoya en miles de piedras dejadas por los peregrinos a su paso, cada una representa un lugar de origen, y una esperanza, de acabar llegando a la meta. La Cruz de Fierro lleva allí desde el XI, como indicando, en un símil ciclista, que ya coronaste el puerto más alto, y que de aquí al mar, todo es bajada. Quiero creer que desde Ponferrada y sus cercanías, esta cruz es visible, y que, cuando las fuerzas flaquean, los bercianos miran al sudoeste buscando esa referencia para seguir adelante, ya que a partir de ahí, todo es bajada. Uno de los personajes de la serie no duda en acompañar sus pensamientos más elevados con vino de mencía, buscando reponer esas fuerzas que el sueño no da. El vino es parte del Camino de Santiago, como ya se ha escrito muchas veces, y el Camino vertebra parte del norte de Castilla, no pudiendo mirar a otro lado y negarnos a nosotros mismos, negar nuestras propias raíces.
El Dominio de Tares Cepas Viejas 2016 está elaborado por la Bodega Dominio de Tares desde San Román de Bembibre, y pertenece a la D.O. Bierzo. Esta joven bodega, fundada en 2000, no ha tardado mucho en ser un referente de la D.O., contando en la actualidad con 30 hectáreas, más las parcelas que controla por toda la denominación de origen, desde Valtuille hasta San Román de Bembibre, aprovechando los diferentes terroirs que la zona ofrece. Viñas de entre 40 y 90 años, de castas mencía y godello. El vino que os traigo es un monovarietal de uva mencía, procedente de viñas de unos 60 años, a una altura de 650 metros, con una crianza posterior de 9 meses en barrica francesa y americana. Presenta un color rojo picota de capa medía alta, ribete grana. Buena intensidad en nariz, fruta roja madura, arándanos, frambuesas, goloso con notas lácteas muy amables, frutos del bosque. En boca entrada ligera, cuerpo medio, muy afinado, acidez equilibrada, la madera apenas se marca, con un final dulzón y una discreta persistencia. Un Bierzo muy domado y fácil de beber, estando en un momento óptimo de consumo.
Casi probados este vino y la entrada anterior, también un mencía del Bierzo, las diferencias son notables, lo cual es bueno, ya que aún se puede bucear en los vinos bercianos y encontrarse sorpresas y singularidades. Seguiremos explorando.
R.
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do bierzo mencia