Revista Cultura y Ocio

Doña Juana Reina, la "Reina" de la copla.

Publicado el 09 agosto 2013 por Manuel Lombo @manuellombo

Hace ya unos meses que dedicamos uno de nuestros posts al espectáculo "Azabache" para más tarde hacer lo propio con una de sus inolvidables protagonistas: Rocío Jurado así que, no podíamos dejar pasar más tiempo sin dedicarle un pequeño recuerdo (decir homenaje nos resulta excesivo y presuntuoso quizá) a la que sin duda fué y será la Reina de la copla: Doña Juana Reina.
Empezaremos por donde se debe empezar, por el principio: 
Juanita Reina vino al mundo un 25 de Agosto de 1925, en Sevilla, en la calle Parra, en pleno barrio de la Macarena. La tercera de 15 hermanos, de los que sobrevivieron nueve. Hija de Don Miguel Reina y Doña Dolores Castrillo Pascual.
Doña Juana Reina, la Su infancia no fué fácil puesto que, según indica la escritora Maria Jesús Pérez Ortiz en su libro “Juanita Reina, un estilo, una época” apenas pudo relacionarse con sus compañeros de colegio, jugó con pocas niñas, puesto que conforme salía del colegio, iba a casa a ayudar con las tareas domésticas. Comenta que, mientras los demás dormían, ella se quedaba limpiando la casa. Pero ello siempre lo llevaba a cabo con la disposición, sencillez y alegría que todo el que la conoció, sabía que tenía.
Su gusto por el cante, la interpretación…lo tuvo desde siempre, desde muy pequeñita. Recoge la autora el testimonio de Juanita en el que recuerda que era la animadora de bautizos, casamientos...
”Como era muy vergonzosa me encerraba en una habitación con la luz apagada. Empezaba mis canciones y cuando iba despojándome de mi timidez, salía. No cobraba nada, lo hacía con muchísima ilusión.” 

Doña Juana Reina, la Y así, llegó el día de su debut, en el teatro Cervantes de Sevilla, en una función matinal donde una compañía de aficionados patrocinada por Educación y Descanso, interpretaría la zarzuela “La Rosa de Azafrán”. Pero Juanita quería actuar en solitario y acabó convenciendo al director para que le permitiera cantar el tema de Valverde, León y Quiroga: “Salomé”. Todo esto lo hizo con el desconocimiento previo de su padre, quien se enteró por causa de la gente. Aunque en un primer momento se resistió a la idea de que su hija fuera artista, tras verla actuar ese día se dio cuenta de que esa era su verdadera vocación y se propuso ayudarla en todo cuanto pudo.
A partir de ahí empezó una meteórica y triunfal carrera en la que se sucedieron las películas (diez en total, entre las que se encuentran: “La Blanca Paloma”, “La Lola se va a los puertos”, “Lola la Piconera”, “Gloria Mairena”…) aunque dicho por todos, donde realmente se disfrutaba de su poderío, clase y señorío era encima de las tablas, en el directo, donde una vez que salía a escena,captaba la atención del público con su personalidad, derroche de voz (numerosas eran las veces en las que actuaba sin micrófono alguno) y manera de interpretar la copla, bien fuera con el dramatismo que requiriera en ese momento o con la gracia y salero que ella tenía; los espectáculos (hasta un total de 23, de los que en muchos de ellos fue la empresaria y siendo “Los churumbeles” el primero de ellos y “Azabache”, el último en el que participó y del que ya os hemos hablado con anterioridad.); galas; discos…y tantos y tantos temas tan inolvidables como: “Y sin embargo te quiero”; “Con las bombas que tiran.”; “Cinco farolas”; “Capote de grana y oro”; “Señorío”; “Yo soy esa”; “Carmen de España”; “Madrina”; “Francisco Alegre”; “Una cantaora”; “Silencio por un torero”…

Doña Juana Reina, la

"Azabache"


Anécdotas y curiosidades al respecto de su carrera artística:
*El 28 de Agosto de 1947 muere Manolete en la plaza de toros de Linares, en su honor, los autores Quintero, León y Quiroga compusieron el pasodoble “Capote de grana y oro”, cantado en innumerables ocasiones por Juanita Reina, gran amiga del diestro. El tema lo estrenó en 1951, en el espectáculo “La niña valiente” y para su interpretación, en señal de duelo y respeto salía muy sobria, vestida de negro y sin peineta.

*Su repertorio está compuesto sólo por sus propias creaciones (cosa poco frecuente), siendo sus autores de cabecera los ya mencionados Quintero, León y Quiroga.
*No es hasta 1957 cuando viaja por vez primera a América, siendo su primera parada Cuba, donde el éxito fue indiscutible. Llenó diariamente las dos funciones que realizaba en el teatro “Blanquita” de la Habana. Según recogió la prensa del lugar:
Doña Juana Reina, la “(…) Juanita Reina es una estampa arrancada de un cuadro de Romero de Torres, y si plásticamente resulta impresionante, cuando derrama sobre las 6.500 personas que llenan el teatro más grande del mundo, el prodigio de su voz, la emoción es inenarrable. Con razón, Juanita Reina es un auténtico ídolo en España.”

La razón por la que tardó tanto el “cruzar el charco” es por lo mucho que le tiraba España (además de los innumerables compromisos que tenía y que casi no le daban un momento de respiro) de hecho, solía decir que ella tenía América en España.
*En 1958 rueda su décima y última película: “La novia de Juan Lucero”, la única realizada a color y en la que el protagonista masculino, Angel Peralta, se desesperaba, puesto que cada vez que llegaba la escena del beso, Juanita se negaba a que este saliera, pidiendo al director que hiciera un fundido, colocara un sombrero…vamos, que lo camuflara. Así de recta y consecuente con sus creencias fue a lo largo de toda su vida.
Su familia es su gran pilar, referente y motor de su día a día, de hecho, una de las razones de su empeño en triunfar como artista fue el poder contribuir a darles una mejor vida y quitarles de pasar estrecheces, de que su padre dejara la pescadería en la que trabajaba en la calle Feria…Es precisamente su padre, don Miguel Reina quien, a pesar de oponerse en un primer momento a que su hija se dedicara a esa profesión, como ya hemos mencionado, viendo las aptitudes que esta tenía y que era su verdadera vocación, no sólo la apoyó sino que la acompañó, protegió y llegó a convertirse en su representante a pesar de no tener experiencia alguna en ese mundillo. Fue tal la protección hacia su hija que hubo quien le puso el apodo de “El telón de acero de Juanita Reina.” Nada ni nadie llegaban hasta ella sin antes pasar por el filtro de Don Miguel. Ejemplo de ello fue que a la vuelta de su primer viaje a América, se le preparaba un homenaje, el “Homenaje Nacional a la Moralidad” (se recogieron más de 2.000.000 de firmas para poder llevarlo a cabo). Anticipo de este homenaje nacional iba a ser el recibimiento que le iban a realizar en el Arizona Club de Bilbao y que Don Miguel suspendió en cuanto se enteró de ello a su llegada de América, entre otras razones, por no haberse contado con él (se dice que el verdadero motivo era que el empresario del teatro donde iba a presentarse Juanita meses después temía que este recibimiento le quitara interés y por tanto, restara público al día en que la artista se presentara en Bilbao con su espectáculo y que fue él quien convenció a Don Miguel para que no se realizara). Pero la importancia de su familia no quedaba ahí, sino que llegaba al punto de contar con sus hermanos para sus espectáculos, de hecho, a América fue con Paco y Lola o en sus películas, sirva de ejemplo el tema “Ay Sevilla, villa, villa” de “Gloria Mairena” donde está acompañada de sus hermanas Trudi y Loli.

Doña Juana Reina, la Es en 1959 cuando coincide en Madrid con Federico Casado Algrenti “Caracolillo”, afamado bailaor y bailarin quien a las postres, acabaría siendo su esposo, padre de su hijo, compañero, amigo, representante…Pero no fue fácil llegar a eso, tuvieron que luchar con la férrea oposición de Don Miguel quien no estaba conforme con dicha relación. Tal así, que Federico tuvo que abandonar el espectáculo de Juanita “Sevilla, trono ytronio” en el que participaba. Finalmente, don Miguel hubo de ceder y el matrimonio se acabó celebrando el 15 de Julio de 1964 en la Basílica de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena (como no podía ser de otro modo). A partir de ese momento, la pareja ya nunca se separaría. En un primer momento se establecieron en Madrid para acabar mudándose a Sevilla donde Federico abrió una importante academia de baile. Juanita se entregó en cuerpo y alma a su familia disminuyendo cada vez más sus compromisos artísticos y adaptándolos a las obligaciones familiares puesto que gustaba de ir siempre acompañada por su marido y no quería dejar solo en la medida de lo posible a su hijo, Federico Casado Reina.
Doña Juana Reina, la
Curiosidades al respecto de su relación con Federico:
* Eran tantos los dimes y diretes de la gente por la larga soltería de Juanita (nunca se le conoció otro novio que Federico) que dicen que cuando se supo públicamente de su relación con él, en 1963, ese mismo año, dentro del espectáculo “Señorío” estrenó el tema “Soltera yo no me quedo” que escribiera con toda la guasa del mundo Rafael de León.
*No es la única copla que se le compone como consecuencia de su relación con Federico, según cuenta Maria Jesús Pérez Ortiz, la artista había repetido en varias ocasiones que los autores Ochaita, Valerio y Solano le hicieron el tema “Las cinco farolas” que pretendió incluir en el espectáculo “Sevilla, trono y tronio”, algo a lo que su padre se opuso.
*Otro tema biográfico reflejo de sus amores con Federico fue: “En el último minuto.”
*Nueva curiosidad y muestra del cariño que le profesaba la gente era que el día del nacimiento de su hijo, la Hermandad de Dos Hermanas que marchaba camino del Rocío, a su paso por la Clínica, se pararon para dedicarle unas sevillanas.
Doña Juana Reina, la Han sido innumerables los premios, homenajes…que se le otorgaron. Fue proclamada en 1959 “Novia de España”; en 1960 se le otorgó la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes; en 1961 le fue impuesto el “Lazo de Dama de la Orden de Isabel la Católica”, el mismo fue entregado por su viudo, el año que se cumplía el décimo aniversario de su fallecimiento, a la Hermandad de la Macarena, de quien tan devota fue; en 1992 se le concedió la Medalla de Oro de Andalucía…
Hemos dicho que Juanita era muy devota de la Macarena, no podía ser menos, naciendo donde nació pero bien es cierto que la Esperanza fue su guia a lo largo de toda su vida. Muchas son las anécdotas que se pueden contar acerca de la relación que unía a ambas:
*Fue Hermana de Honor y Camarera suya.
Doña Juana Reina, la
*En una ocasión, el Hermano Mayor de la Hermandad le dijo a Juanita que su pelo sería perfecto para que lo llevara la Virgen, así que, ni corta ni perezosa, le regaló una mata de pelo que tenía guardada, de manera que, la Macarena lleva el pelo de Juanita Reina.
*Los autores Quintero, León y Quiroga compusieron la marcha de palio “Esperanza Macarena” que tantas veces cantara Juanita y que grabara durante su embarazo.

*En 1950 le donó a su Virgen de la Esperanza, una hermosa toca de sobremanto que fue restaurada recientemente.

Doña Juana Reina, la

La Esperanza Macarena con la toca de sobremanto de Juana Reina


*Hay una anécdota muy emotiva que cuenta Emilio Jiménez Díaz vivió en 1990 en la gala del XXX Festival Nacional del Cante de las Minas de La Unión en la que la protagonista era Juanita y que narra en su blog: “Desde mi torre cobalto” y que reproducimos a continuación:
“Mi querido y desaparecido amigo Asensio Sáez, una de las almas del Festival, delicado pintor y sublime escritor y poeta, sabiendo de la amistad que yo tenía con "Caracolillo" y con Juana quiso conocerla en persona, aunque era un gran admirador de ella desde toda la vida. Antes de comenzar su actuación, me dirigí con él detrás del escenario donde, para tales ocasiones, había unos cuartitos a modo de camerinos, sin puertas y sólo con unas cortinas. Su interior, totalmente blanqueado, tenía en su frontal un espejo y una pequeña mesa, y en un lateral una barra para colgar el vestuario. Llegamos allí y Federico hacía guardia ante la cortinilla para la salvaguardia de la intimidad de su mujer. Le presenté a Asensio, que estaba encantado de conocerlo, y Federico entró solo para saber qué disponibilidad tenía Juanita de atendernos. Salió rápido y con la misma rapidez nos llamó para que, en silencio, contemplásemos la escena. Descorrió un poco y suavemente la cortinilla y la imagen que encontramos fue la siguiente: en la mesa, presidida por un cuadro de la Virgen de la Macarena, muchas estampas de otras devociones sevillanas y una vela a manera de devota lamparilla. Ella, vestida ya para la gala, de espaldas a nosotros, de rodillas, apoyada en el respaldar de una silla y rezando con un rosario entre las manos. Su marido seguro que estaría acostumbrado a esa misma imagen por todos los camerinos del mundo. Nosotros, no. Asensio no paraba de decir que era una imagen surrealista, maravillosa, encantadora, única, impensable... Yo me quedé sin palabras. Una reina del escenario y con el miedo de la responsabilidad metido en el cuerpo...”

A estas alturas, es sabido por todos la talla de artista que era Juanita, Juana, doña Juana Reina, pero si algo destaca todo aquel que la conoció, además de su serena belleza, era que, aunque pequeña de estatura (que se crecía como un gigante y se transformaba encima del escenario) era enorme de corazón. Como dice Maria Jesús Pérez Ortiz:
Doña Juana Reina, la “Ella era pequeña, pero grande, con una grandeza interior única; irradiaba una luz especial, un señorío indiscutible que le hacía ser reina. Su elegancia le hacía huir de trajes excesivamente aflamencados; su timidez, sentirse bien pasando inadvertida; su generosidad, ayudar y querer a todo el mundo; su sencillez y modestia, no creerse nunca la mejor…No era extraño que todas sus compañeras, sin distinción, la quisieran y admiraran, reconociendo que era punto y aparte.”

Y es que, si según dijo Juan Belmonte: “Se torea como se es”, Juana Reina actuaba, cantaba, vivía como era, siempre discreta, sin escándalos…y ahí precisamente radicaba su grandeza, en su naturalidad y sencillez, en la ausencia total de artificio.
Y llegó un 19 de Marzo de 1999, festividad de San José y Juanita se reunió con su Macarena, con su padre Miguel…y Sevilla entera se echó a la calle a despedirla porque:
“El dolor que no se canta, gime en el corazón para romperlo.”

Doña Juana Reina, la
En cuanto al sentir de Manuel con respecto a Juana Reina, a la influencia que ha tenido en él, como podréis imaginar, siempre ha sido de una gran admiración y cariño, no hay concierto y oportunidad en la que no interprete alguno de sus conocidos temas y que tan suyos ha llegado a hacer como "Silencio por un torero", "Capote de grana y oro" (donde en el espectáculo homenaje "Azabache, 20 años" al interpretarlo, siempre tiene un recuerdo para ella), "Señorio"...
Os dejamos a continuación algunos vídeos.
"Silencio por un torero":

"Señorío": 

"Capote de grana y oro": 

Decir finalmente que este pequeño recuerdo a Doña Juana Reina no hubiera sido posible sin los datos, fotos...en definitiva, sin el trabajo de otras personas como son: Maria Jesús Pérez Ortiz y su libro “Juanita Reina, un estilo, una época”; las páginas en Facebook de: Federico Casado Reina, Clemente García, Juanita Reina, De las de peina y volante...Feed de la entrada

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