Paramount ha fijado definitivamente el estreno de la próxima película del director de Cisne Negro para dentro de casi dos años, lo que nos da cierta idea de la envergadura de un proyecto que se comenzará a rodar en julio con Russell Crowe como el bíblico protagonista. Presumiblemente, dichas grabaciones ya estén finalizadas para octubre-noviembre, lo que le dejará a Aronofsky nada más y nada menos que un año y medio para ultimar la postproducción del filme, que según se puede deducir de declaraciones del cineasta, será tremendamente costosa debido a la cantidad de efectos especiales que contendrá el y cuyo alto coste era el principal obstáculo que impedía que el proyecto cobrara luz verde de forma definitiva. Ya no hay dudas, eso sí, lo que tendrá que haber por narices es paciencia. Y mucha.
P.D. De paso, os he metido una foto de ayer mismo del rodaje de la nueva versión de Los Miserables que protagoniza Crowe junto a Hugh Jackman.
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