Tribuna Histórica
El 2 de mayo es una fecha grabada con sangre en la memoria del pueblo madrileño. La mecha corta del genio español acabó por hacer estallar una auténtica revolución contra la invasión napoleónica del temido Emperador francés, que creyó poder someter Europa entera bajo el pulso firme de la Grande Armée.
A la altura de 1807 Francia y su líder indiscutible tienen una posición de supremacía y paz bajo el sometimiento de estados-satélites que constataban una hegemonía en Europa liderada desde París, a excepción del eterno enemigo británico, cuya insularidad le dotaba una posición natural estratégica. La Paz de Tilsit le renovaba la autoridad frente a Rusia, Prusia y Austria, lo que le permitió a Napoleón volver su mirada hacia la Península Ibérica con el frente oriental asegurado por el momento, y de ese modo completar el bloqueo económico contra Gran Bretaña, a la que en 1805 no pudo minar…
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