Para que un estado parlamentario pueda funcionar democráticamente es necesario que las ideologías de los partidos y de las personas estén por debajo de los valores democráticos, esto consiste esencialmente en reconocer en el otro, sea cual sea su pensamiento, el derecho a cocrear la sociedad. Si se hace al revés, las ideologías y otros intereses siempre encontrarán la forma de manipular a la "democracia". Una sociedad democrática no tiene porqué ser sabia, para llegar a serlo ha de introducir en su educación el autoconocimiento, sin el cual las personas no pueden detectar sus incoherencias y faltas de valores democráticos en su cotidianidad, ni entregar a su entorno sus dones, ni crear para ellas mismas una vida plena y feliz.
El educador, pues, es fundamental para crear una sociedad sabia y democrática, siempre que él mismo persiga ese autoconocimiento y lo fomente en su labor. Los maestros y los padres han de experimentar un crecimiento personal que les lleve de ser unos educadores al servicio del conocimiento, que en ese momento impere en su cultura, a ser puertas a la sabiduría, desde la cual sus alumnos e hijos puedan brillar con luz propia.
Una sociedad democrática y sabia ha de ser como una noche estrellada en la que cada estrella, cada ciudadano, tenga su espacio donde brillar y juntas creen un hermoso firmamento lleno de esperanzas y sueños con los que crear una humanidad rica y feliz. Querido lector, ¿te apuntas a cocrear esta humanidad … ? No olvides que tienes tu propia luz y tu propio lugar en el firmamento …