Revista Religión

Dos milagros de San Miguel de los Santos

Por Santos
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Respuesta: tú sabes por que san Miguel de los Santos es patrono en contra de ’’los males cancerosos, tisis y fiebres malignas’’? es que en mi iglesia de San Jaime de Barcelona encontré una estampa súper vieja del santo y no se a cuento de que es patrono de eso. España

Pregunta: Te respondo tomando los datos de la “Vida de San Miguel de los Santos” escrita por el carmelita Fray Anselmo de San Luis Gonzaga, en vistas a la canonización de San Miguel (en la imagen, el grabado de la portada). Este libro narra la vida y, lo que responde la pregunta, los milagros para canonización del aún Beato, aprobados en 1841, por Gregorio XVI. Ambos milagros fueron plenamente estudiados, recogidos los testimonios y exámenes médicos de antes y luego del prodigio. Solo pueden negarse desde el apriorismo arreligioso de negar por negar. No me detendré en la vida, sino en estos dos prodigios, que han dado pie a este patronato:

El primer milagro
Sucedió a Francisca Navarrete, que padeció un cáncer o tumor en la garganta, que le salía por la boca, tocando la barbilla, por lo que era perfectamente visible (me ahorro detalles escatológicos que da la obra sobre el color, aspecto y olor, pero os los podéis imaginar…). Fue operada (su marido era cirujano) en varias ocasiones, pero sin resultado, volvía a crecer. Así estuvo desde 1770 a 1780; en el mes de mayo de este año, los Trinitarios celebraron el aniversario de la beatificación de Miguel y se dio el prodigio de la cura de “mal de nervios” de una religiosa dominica.

Sabiendo esto Francisca, obtuvo una estampa del Beato, la puso en lugar digno y comenzó a pedirle su curación. Prometió pedir limosna para su misa, y vestir el medio hábito trinitario. Pasó la novena, no ocurrió el milagro, pero ella siguió rezando al santo. Al día undécimo, estando en sus oraciones, le vino una tos y el tumor se desprendió sin dolor ni sangramiento alguno. Lo tomó en un pañuelo y junto a sus familiares, jubilosos, fueron a dar gracias al santo en la iglesia de los Trinitarios, encargando una novena de acción de gracias. Está claro que fue conocido por todos, yendo a visitarla hasta gente incrédula, que recobraron la fe.

El segundo milagro
La curación también instantánea del lego trinitario Juan Bautista de la Santísima Trinidad, víctima de la tisis. Este religioso contrajo la enfermedad en 1829, mientras visitaba arrabales pobres, adonde socorría con limosnas a los necesitados. Aún enfermo siguió de limosnero, expuesto a fríos, calores y mal tiempo. Se manifestó la enfermedad, en forma de fiebres de las que no se hizo caso. Luego vinieron dolor de costado y, finalmente, los esputos sangrientos, los dolores atroces y la inmovilización. En 1830 ya estaba agonizante, y el 3 de marzo, se ordenó que se le diera la extremaunción, pero antes, ocurrió el milagro.

El religioso tomó un folleto de la vida del Beato Miguel de los Santos, aplicó la imagen a su pecho y le pidió le sanara, ya que el convento necesitaba hermanos legos y él aún era joven. Prometió que pediría limosna para la canonización. En ese momento, se sintió con fuerzas, se vistió el hábito y se presentó en la iglesia, con los demás religiosos, a dar gracias al Beato, contándole al superior lo que había pasado. Este le probó, mandándole por obediencia fuera a ver al farmacéutico, donde tropezó con el médico, contándole el suceso. Al volver al convento, estaba animoso, ni siquiera cansado. A lo pocos días se incorporó a la vida comunitaria, como uno más, y murió anciano, sin enfermar jamás de nada.

En cuanto a las fiebres, se narran en este libro más milagros del tipo curativo y hay casos de fiebres. La fiesta del santo se celebra el 10 de abril.

Respuesta: tú sabes por que san Miguel de los Santos es patrono en contra de ’’los males cancerosos, tisis y fiebres malignas’’? es que en mi iglesia encontré una estampa súper vieja del santo y no se a cuento de que es patrono de eso.

 

Pregunta: Te respondo tomando los datos de la “Vida de San Miguel de los Santos” escrita por el carmelita Fray Anselmo de San Luis Gonzaga, en vistas a la canonización de San Miguel. Este libro narra la vida y, lo que responde la pregunta, los milagros para canonización del aún Beato, aprobados en 1841, por Gregorio XVI. Ambos milagros fueron plenamente estudiados, recogidos los testimonios y exámenes médicos de antes y luego del prodigio. Solo pueden negarse desde el apriorismo arreligioso de negar por negar. No me detendré en la vida, sino en estos dos prodigios, que han dado pie a este patronato:

 

El primer milagro sucedió a Francisca Navarrete, que padeció un cáncer o tumor en la garganta, que le salía por la boca, tocando la barbilla, por lo que era perfectamente visible (me ahorro detalles escatológicos que da la obra sobre el color, aspecto y olor, pero os los podéis imaginar…). Fue operada (su marido era cirujano) en varias ocasiones, pero sin resultado, volvía a crecer. Así estuvo desde 1770 a 1780; en el mes de mayo de este año, los Trinitarios celebraron el aniversario de la beatificación de Miguel y se dio el prodigio de la cura de “mal de nervios” de una religiosa dominica.

 

Sabiendo esto Francisca, obtuvo una estampa del Beato, la puso en lugar digno y comenzó a pedirle su curación. Prometió pedir limosna para su misa, y vestir el medio hábito trinitario. Pasó la novena, no ocurrió el milagro, pero ella siguió rezando al santo. Al día undécimo, estando en sus oraciones, le vino una tos y el tumor se desprendió sin dolor ni sangramiento alguno. Lo tomó en un pañuelo y junto a sus familiares, jubilosos, fueron a dar gracias al santo en la iglesia de los Trinitarios, encargando una novena de acción de gracias. Está claro que fue conocido por todos, yendo a visitarla hasta gente incrédula, que recobraron la fe.

 

El segundo milagro aprobado fue la curación también instantánea del lego trinitario Juan Bautista de la Santísima Trinidad, víctima de la tisis. Este religioso contrajo la enfermedad en 1829, mientras visitaba arrabales pobres, adonde socorría con limosnas a los necesitados. Aún enfermo siguió de limosnero, expuesto a fríos, calores y mal tiempo. Se manifestó la enfermedad, en forma de fiebres de las que no se hizo caso. Luego vinieron dolor de costado y, finalmente, los esputos sangrientos, los dolores atroces y la inmovilización. En 1830 ya estaba agonizante, y el 3 de marzo, se ordenó que se le diera la extremaunción, pero antes, ocurrió el milagro. El religioso tomó un folleto de la vida del Beato Miguel de los Santos, aplicó la imagen a su pecho y le pidió le sanara, ya que el convento necesitaba hermanos legos y él aún era joven. Prometió que pediría limosna para la canonización. En ese momento, se sintió con fuerzas, se vistió el hábito y se presentó en la iglesia, con los demás religiosos, a dar gracias al Beato, contándole al superior lo que había pasado. Este le probó, mandándole por obediencia fuera a ver al farmacéutico, donde tropezó con el médico, contándole el suceso. Al volver al convento, estaba animoso, ni siquiera cansado. A lo pocos días se incorporó a la vida comunitaria, como uno más, y murió anciano, sin enfermar jamás de nada.

 

En cuanto a las fiebres, se narran en este libro más milagros del tipo curativo y hay casos de fiebres.


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