Desde que era pequeña recuerdo que este postre se hacía en casa, no siempre con motivo de la Semana Santa.
Cuando ya tuve conocimiento para enterarme de lo que se hablaba, me quedé pensando en cómo iban a hacer eso, pues dudaba que se pudiera freír la leche. Desgraciadamente siempre que la leche frita llegaba a la mesa ya estaba hecha y no había podido estar presente para verlo ¡Qué raro me parecía que la leche estuviera solidificada! ¡Ah! amigo, con el tiempo me las averigüé. Tan simple como os la cuento, pero hoy me apeteció introduciros, además, una variante por si queréis probarla.
Os recuerdo que de irse de nuevo este blog me podréis encontrar en laalternativadealicia blogspot.com.es. Muchas gracias,
Ingredientes:
- Harina de repostería 1 medida (he tomado un vaso mediano).- Leche entera 3 medidas y media (tres vasos iguales que el de la harina más medio vaso).- Azúcar 2 cdas.- Azúcar avainillado 3 cdtas.- Canela en rama 1.- Cáscara de ½ limón.- Pepitas, fideos de chocolate... fáciles de fundir o cacao en polvo 50 g.- Huevo 1, aclarado con un poco de leche para emborrizar.- Harina de repostería para emborrizar.- Pan rallado para emborrizar.
Para rebozar:
- Azúcar blanquilla.- Canela molida.
Elaboración:
En una cacerola ponemos dos vasos y medio de leche y echamos dentro la rama de canela, la cáscara de limón y los azúcares. Mezclamos bien y calentamos a fuego bajo durante diez minutos. Apagamos el fuego y dejamos infusionar.
En el vaso restante de leche diluimos la harina intentando que no queden grumos, que de quedarnos colamos o trituramos con la batidora.
Retiramos la canela y la cáscara de limón. Incorporamos la leche con la harina y volvemos a poner al fuego, siempre al medio. Movemos continuamente hasta que quiera desprenderse del fondo (10-15 minutos). Apagamos y dividimos la masa. En una de las partes echamos el chocolate (he aprovechado unos restillos que tenía guardados de otros postres) que se fundirá con el calor residual, mezclamos bien. La otra parte la dejamos sin añadirle nada.
Dejamos templar. Si queremos darle formato cuadrado, rectangular o en bastones extendéis la masa en una bandeja y dejáis enfriar. Luego la cortáis a vuestro gusto con un cuchillo afilado y mojado en agua.
Para salirme de lo habitual he decidido hacer bolitas con la masa, para que cueste menos trabajo, untaros las manos cada vez con agua fría. Pasadlas a continuación por harina, luego por huevo batido y por último por pan rallado.
Freídlas en aceite abundante (podéis guardarlo para otros postres de Semana Santa, después de colarlo) sin arrebatar, manteniendo todo el tiempo la misma temperatura. Freír de pocas en pocas para no reventarlas. En todo este proceso de liar, de freír y de rebozar haced primero las que no llevan chocolate.
Dejadlas sobre papel de cocina y luego, aún en caliente, rebozar con azúcar y canela.