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Según la Organización Mundial de la Salud existen en el mundo alrededor de 186 millones de personas con infertilidad. Las causas son múltiples pero un gran factor tiene que ver con la edad de la mujer: a partir de los 35 años las posibilidades de quedar embarazada comienzan a declinar sustancialmente. Las soluciones que acerca la ciencia para contrarrestar esta realidad son la congelación de óvulos y la subrogación de vientre.
Sin embargo, una polémica idea plantea un nuevo escenario con la probabilidad de gestar bebés a través de un útero artificial. De eso se trata el concepto Ectolife, difundido por el biotecnólogo molecular yemení Hashem Al-Ghaili, quien desarrolló una alternativa para darles a las mujeres una oportunidad diferente de ser madres y recuperar el bajo índice de nacimientos en Europa.
Hashem Al-Ghaili lo planteó así en su perfil de Instagram: “Un nuevo concepto promete hacer que la infertilidad relacionada con la edad sea cosa del pasado, permitiendo a las mujeres concebir un bebé literalmente a cualquier edad. Imagínese ser alimentado con la carga biológica de tener que apresurarse a tener un bebé antes de los 40, hasta el punto de aceptar cualquier pareja que pueda encontrar solo para ponerse al día con la edad y fertilizar su óvulo a tiempo”.
El científico propone convertir las células de la piel directamente en embriones, sin necesidad de óvulos ni espermatozoides. Si bien la investigación se probó en ratones de laboratorio, sin la proyección de pasar a fase humana aun, la idea revolucionó el universo de las redes sociales por su carácter disruptivo, polémico y –para algunos– amenazante.
“No necesitarás un óvulo ni un espermatozoide: las células de tu piel se cultivarán en el laboratorio, se convertirán en células madre y luego se alimentarán con los factores de crecimiento adecuados para convertirlas directamente en embriones”, continúa advirtiendo el comunicado del científico.
Ectolife se orienta especialmente a parejas con problemas de fertilidad, así como a mujeres a las que se les ha extirpado el útero por cáncer u otras complicaciones y no pueden ser madres biológicas. También a parejas del mismo sexo que quieren tener hijos y necesitan apelar a donantes de esperma o de útero para concretar la fecundación.
La propuesta se basa en una investigación que durante 50 años llevaron a cabo científicos de todo el mundo para llegar a la conclusión de que esta tecnología está lista y se podría ver instalada en tan solo 10 años.
Al-Ghaili no niega que muchas personas puedan sentirse provocadas por el concepto de embarazo inhumano, aunque argumenta: «Cuando aparecieron los bebés probeta, hubo un gran debate y rechazo, pero ahora está ampliamente aceptado”. Incluso con la maternidad subrogada ocurre algo similar, pero claro, en el cuerpo de otra mujer, no de una máquina.
Esta fábrica de bebés –diseñada para gestar unos 300.000 fetos por año–funcionaría con energías renovables y constaría de 75 laboratorios independientes, cada uno con 400 cápsulas responsables de imitar las condiciones del útero materno.
En cada cápsula comenzaría el proceso de gestación de un bebé, que ya estará diseñado con las características que los padres elijan, replicando el funcionamiento del útero en cuanto a movimientos, palpitaciones, temperatura, etcétera.
A su vez la máquina permitiría que el bebé creciera con todas las comodidades y la protección necesaria para un óptimo desarrollo, a partir de un sistema que incluirá cientos de sensores, cámaras y micrófonos para monitorear el desarrollo. Ante cualquier inconveniente la cápsula notificará al laboratorio mediante una aplicación móvil que detallará el problema en cuestión.
El portal de noticias Bussines Insider informó que los bebés subsistirían mediante un par de biorreactores que oficiarán de cordón umbilical por donde recibir oxígeno y nutrientes.
Por otro lado, la compañía ofrecería a los padres la posibilidad de ingresar a unas aplicaciones que permitirían el seguimiento del bebé en todo momento. Además de visualizar paso a paso su evolución, también podrán hablarle por altoparlantes y hasta ponerle una playlist a elección.
Al parecer en un futuro no muy lejano la idea podrá ser puesta en marcha, desafiándose una vez más los límites de las nuevas tecnologías. Tan solo bastará con apretar un botón para que la cápsula comience a producir vida humana.
Fuente: www.forbesargentina.com
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