Escrita por Laura S. B., la novela que protagoniza la Edición singular de hoy es una historia juvenil de terror gótico y fantasía. Un libro de sólo 120 páginas publicado en tapa blanda con solapas que cuenta con un trabajo de edición muy cuidado y, sin duda, original.
En su portada, con un tono entre infantil y misterioso, nos encontramos a una chica-marioneta a la que los hilos que la manejan dirigen hacia un camino que desemboca en una misteriosa mansión, la Casa de la Colina. Como he comentado, si echamos un primer vistazo al libro puede parecer que la suya es una portada algo infantil, pero el conjunto (sin olvidarnos de la manzana roja y apetitosa que cuelga de un árbol en la contraportada) no es sino una metáfora de lo que la obra esconde entre sus páginas: mucho misterio y un camino por recorrer a través del Bosque Muerto para completar el juego que da título a la obra.
En las primeras páginas del libro, antes de empezar a leer nos encontramos con un dibujo a doble página en el que sólo se aprecian tres figuras: una dama oscura y dos criaturas que parecen recién salidas de una pesadilla. Al conjunto de la ilustración le rodea una atmósfera oscura y enigmática que, además de resaltar la buena calidad en el dibujo, causa expectación, porque al pasar la página nos encontramos con la segunda ilustración del libro, la que nos introduce de lleno en el Theatre of Hell. En ésta, delante de un telón y sobre un escenario, un tipo con una máscara muy sonriente, un sombrero de copa y un bastón parece darnos la bienvenida a lo que estamos a punto de vivir en las próximas páginas. Más tarde descubriremos que se trata de Él, dueño y señor de el Theatre of Hell. Y hablando de teatros, una de las particularidades más destacables de la novela es su estructura, que no se divide en capítulos, sino en actos. En total son tres, y cada uno de ellos se encuentra separado del anterior por una doble página con dibujos que, al igual que la portada, ha realizado la propia autora y mantienen la tónica que encontramos en la trama de la novela: figuras de pesadilla, fantasmagóricas y alargadas, y criaturas terroríficas.A pesar de su brevedad, El juego de Claudia es una obra de calidad, tanto en su fondo como en su forma. Tanto es así que si prescindiera de los dibujos tan singulares de la propia autora, no perdería su encanto, pero he de reconocer que gracias a ellos el mundo de terror gótico que dibuja Laura S. B. entre sus páginas se convierte en algo más real y verosímil.