Alaska, 19 de enero de 2011El martes, en el laboratorio de ideas, comenzamos a trabajar el tema de las redes sociales y la web 2.0 y su relación con los servicios sociales.Este post y los que puedan venir después sobre el tema, pretende ser una reflexión lanzada al ciberespacio, para que en este y otros foros se comparta, discuta, critique, trocee o genere debate. ¿No va en definitiva la web 2.0 de conocimiento compartido? En martes el equipó habló de la utilización de las redes sociales en los servicios sociales, pero creo que muchos de los aspectos que discutimos pueden extrapolarse a otros ámbitos.
Esto post es sólo un documento de trabajo, un borrador, una lluvia de ideas desordenada, una pelota lanzada al aire para el que la quiera recoger.
Empiezo, pues, sin más preámbulos:
1. Vamos a tener que inventar. En lo que se refiere al uso de la web 2.0 con los usuarios de unos servicios sociales, por ejemplo, vemos que estamos en un terreno poco abonado. Somos los mismos profesionales los que tenemos que empezar a crear discurso, reflexionar, lanzar propuestas que en algunos casos seran pioneras. Se trata de comenzar a pensar, escribir y compartir acerca de los cambios que se producen con el uso de las redes sociales por parte de nuestros usuarios y por nosotros mismos. Qué aplicaciones pueden tener, qué dudas surgen al respecto, cómo cambian nuestras organizaciones, etc.
Sería un error que los educadores sociales nos ocupáramos sólo de los peligros que comportan las redes sociales (que los hay, como los hay en cualquier esquina de cualquier sitio) y no en sus posibilidades sociales y educativas.
2. Podemos establecer dos usos bien diferenciados del web 2.0. El que se refiere a la relación de los profesionales con los usuarios del servicio, sean estos los de unos servicios sociales de atención primaria, los menores de un centro residencial, etc. y el que se refiere a la organización del servicio (un centro de servicios sociales, una organización del tercer sector, un equipo de educadores de un centro residencial). Creo que esta selección nos puede ayudar a decidir por dónde queremos y/o podemos avanzar.
3. La confidencialidad. Uno de los aspectos que generan más dudas es cómo abordar el tema de las redes sociales respetando el principio de confidencialidad. Puede ayudarnos en este debate saber que las redes sociales son parte de la realidad del sujeto, no algo extraño e inabordable. Podemos utilizar la misma argumentación y la misma prudencia que utilizábamos antes de internet, pero sabiendo y analizando los cambios que se han producido. Por ejemplo, el contenido de una entrevista en servicios sociales sigue siendo confidencial y parece evidente que facebook no es un buen lugar donde realizar una entrevista. Otra cosa son las consecuencias. Ahora muchos usuarios tienen un perfil en facebook o escriben un blog personal donde, ellos sí, pueden explicar cosas que para nosotros son confidenciales. Eso ya pasaba antes, pero la web 2.0 amplifica esa información. Tenemos que prepararnos para una realidad donde la transparencia aumenta a medida que disminuye la privacidad. Y tenemos que aprender a saber cómo manejar eso.Por otra parte no nos generará tanto problema cuando se trate de crear espacios grupales donde no se traten aspectos privados de la vida de nadie. Aquí el uso de redes sociales, como twitter o facebook, pueden ser muy útiles.
4. Cosas que ya se pueden hacer. En la relación profesional-usuario y concretamente en el espacio de la entrevista cada vez son más los ciudadanos y no los profesionales los que ponen el tema de las redes sociales encima de la mesa. A veces como problema, a veces como pura anécdota. No podremos estar obviando el tema eternamente.
-De la misma forma que asesoramos a los padres en otros aspectos, tenemos que empezar a pensar y construir discurso al respecto. Creo que en estos temas es importante actuar con prudencia pero no con miedo. Los padres tienen la posibilidad de tener más información de sus hijos que antes y tendremos que buscar juntos las respuestas. -Los jóvenes, otro terreno a explorar. Por de pronto tenemos un montón de nuevas y fascinantes herramientas que podemos transformar en pedagógicas. El smartphone entre ellas. -Los proyectos de desarrollo cultural comunitario, artísticos, los grupos de personas por intereses, los proyectos culturales de barrio, etc. tienen en el 2.0 su gran oportunidad. El ¿a quién se lo dijiste? del profesor A.Varea, tiene hoy una respuesta espectacular: hasta el proyecto más pequeño y modesto puede tener cientos de espectadores-participantes en la red.
5. La identidad digital. Los ciudadanos que vienen a nuestros servicios tienen una identidad digital. Son alguien en facebook, twitter, tuenti, messenger. Esa identidad, más o menos virtual, más o menos ficticia, forma parte de ellos. La identidad digital está construida más por los demás que por uno mismo. Es pura construcción social. De nuevo; actuar con prudencia pero no con miedo. Invitar a crear una identidad digital o acompañar a construirla es una nueva forma de trabajar las habilidades sociales y la promoción social. De nuevo surgen las dudas sobre la confidencialidad y de nuevo se impone el sentido común: el límite nos lo pone nuestro deontología y la misma persona. Los ciudadanos nos explicaran lo que quieran explicarnos. En la medida en que pensemos, ellos y nosotros, que el intercambio de información puede ser util a sus vidas la comunicación será fluida. Como siempre.Nos equivocamos si pensamos que la web 2.0 es sólo un nuevo canal de comunicación. Lo es, y muy potente. Pero también está creando nuevos hábitos de comunicarse, nuevas maneras de ser. Conceptos como lo privado y lo público tienen que volver a pensarse ante un sujeto del siglo XXI mucho más dispuesto(también más exhibicionista) a compartir su vida con desconocidos.
7. En cuanto a las organizaciones es sólo cuestión de tiempo que también los servicios sociales públicos acaben entrando en las redes sociales. Más por necesidad que por moda. No me extenderé en este punto, donde hay experiencias para dar y elegir tanto en la empresa privada como la pública. Se trata de saber qué aporta estar en la red y qué significa no estar, y vencer las resistencias.
Hay un tema que a mí me interesa especialmente, mucho más en todo caso que lo que las redes sociales pueden ofrecer en imagen corporativa y difusión del "producto" servicios sociales. Es la posibilidad de compartir y crear conocimiento por parte de los trabajadores sociales, educadores, psicólogos, trabajadores familiares, etc. de unos servicios sociales, tanto hacía dentro, como hacía fuera.
Hacía dentro porque determinados entornos virtuales facilitan y promueven la comunicación interna de una organización (sumando también a profesionales, administrativos, informáticos, etc. que suelen estar al margen).
Hacía fuera porque permite, mediante un blog, un foro en linkedin, un grupo en facebook, o un canal de youtube, por ejemplo, la difusión y el enriquecimiento de nuestros proyectos. Abre la posibilidad de trabajar propuestas con otro tipo de profesionales tradicionalmente ajenos a servicios sociales: gestores culturales, cineastas, músicos, pintores lo que permite que los proyectos salgan de la marginalidad en la que nosotros mismos los colocamos en ocasiones. Desde el 2.0 que lo de trabajar sólo se está poniendo muy difícil.
Continuará.....http://factorialossanchez.blogspot.com