La música es un elemento esencial en el desarrollo y aprendizaje de los niños/as. La música no solo ayuda a que nuestros niños/as se relajen, sino que también ayuda a desarrollar la memoria y el sentido de coordinación del bebé.
Aquellos niños/as que crecen escuchando música, cantando canciones, y moviéndose al ritmo de la música gozan de un mejor sistema sensorial, creando más enlaces en las conexiones neuronales del cerebro.
Estudios demuestran que aquellos niños/as que participan activamente en actividades relacionadas con la música son aquellos que hacen las mayores conexiones, porque la música en los niños/as provoca:
Un aumento en la capacidad de memoria, atención y concentración de los niños/as.
Mejora la habilidad para la resolución de problemas matemáticos y de razonamiento complejo.
Hace que los niños/as puedan expresarse.
Al combinarse con el baile, estimula los sentidos, el equilibrio y el desarrollo muscular.
Estimula la creatividad y la imaginación infantil.
Enriquece el intelecto.
Hace que los niños/as puedan interactuar entre sí.
Aumenta la auto-estima de los niños/as.
La música tiene un efecto profundo en el estado de ánimo, en la inteligencia, en la memoria y en el lenguaje; como también en la salud y en sistema inmunológico. El impacto de la música lo vemos todos los días…manipula nuestro estado de ánimo, enriquece nuestras vidas, y envuelve nuestras mentes.
¿Cómo afecta la música en nuestros niños/as?
Inteligencia—El escuchar música durante la infancia contribuye a crear ciertos patrones en el cerebro. Nuestros niños/as nacen con billones de neuronas en el cerebro. Si estas neuronas no son utilizadas se pierden con el tiempo.
Que los niños/as reciban estimulo a través de la música hace que más neuronas funcionen en el cerebro…y mientras más neuronas se desarrollen, mas fácil se les hará aprender nuevas cosas y desarrollar nuevos talentos.
Memoria—Los niños/as pueden acordarse de música que han escuchado ya desde los tres meses de vida.
Además, el escuchar música también ayuda a los niños/as a acordarse de cómo hacer ciertas cosas, es decir, que si nuestros niños/as aprenden a realizar cualquier tipo de tarea mientras escuchan música, favorece a que la siguiente vez que vuelvan a oír dicha melodía, recuerden con facilidad la tarea realizada y por tanto les sea más fácil volver a reproducirla.
Entendimiento—El entendimiento y el lenguaje son ayudados por la habilidad de procesar información más rápidamente. Aquellos niños/as que escuchan música de manera regular tienen un mayor CI (Cociente Intelectual).
La habilidad de entender y procesar el lenguaje se consigue al entender los varios sonidos que crea el lenguaje hablando. Los niños/as que suelen estar expuestos a la música se acostumbran a escuchar diferentes sonidos complejos, los cuales les ayudaran a discernir el lenguaje.
Emociones—Las emociones y los estados de ánimo están directamente vinculados a la música. Es difícil para nosotros los adultos sentirnos felices durante una canción triste, como sentirnos tristes con una canción alegre. Y así mismo es para los niños/as. La música suave los ayuda a calmarlos, mientras que la música creativa los ayuda a estimularlos/activarlos.
Salud—La música puede tener un impacto poderoso en la salud. La música ayuda a restaurar las respiraciones, las cuales nos calman físicamente y nos ayuda con la presión arterial y los latidos cardíacos. La música también tiene el efecto de aliviar el dolor y promover la mejora física.