El Alcohólico es una novela gráfica escrita por Jonathan Ames y dibujada por Dean Haspiel. En ella el protagonista, Jonathan Ames, nos cuenta como durante la adolescencia empezó a beber, junto a Sal su mejor amigo, los fines de semana. Jonathan es un estudiante aplicado, buen deportista, sin problemas en casa, con una familia que le quiere y le apoya, sin ningún tipo de problema. Simplemente esa afición a beber hasta vomitar cada fin de semana. Con los años Jonathan crece y se convierte en escritor, no en un gran escritor pero lo suficientemente bueno como para vivir de ello. Y sin embargo es un ser con un gran complejo de inferioridad, con tendencias autodestructivas y poca capacidad de sacrificio. Un hombre anodino cuyo único gran trauma vital fue la muerte de sus padres pero que sigue mortificándose por ello aunque la culpa no fuese suya.
A lo largo de la obra será vital la relación de Jonathan con la bebida. Es un alcohólico y lo sabe pero el proceso que le llevó a convertirse en ello, los problemas que le ha ocasionado, las extrañas situaciones en las que se ha visto envuelto desde su adolescencia son contadas sin ambages ni vergüenza. De manera directa y nada artificiosa.
El personaje se pasa toda la obra regodeándose en su supuesta vida miserable. La pérdida de su mejor amigo, su amor no correspondido,su incapacidad para dejar de beber, su calvicie galopante... cosas normales que le suceden a todos pero que afectan profundamente a la sensibilidad de Jonathan. Incapaz de superarlas recurre una y otra vez al alcohol y más adelante a las drogas como vía de escape. En el fondo Jonathan es un perdedor que repite una y otra vez los mismos esquemas.
Una de las constantes en la vida de Jonathan será su tía abuela Sadie, una mujer que siempre estará a su lado, en los buenos y malos momentos, aunque nunca sabrá del problema que arrastra el protagonista. La relación con ella aporta momentos de extremada ternura.
Me gustó mucho como está narrada la historia, con los flashbacks, las referencias literarias, la parte del 11S y Mónica Lewinsky. El dibujo es bastante sencillo y limpio, sin color lo cual le aporta mayor carga dramática. La obra contiene rasgos autobiográficos,la línea que separa la realidad de la ficción es fina y aquí cada uno que piense lo que quiera. Sucede lo mismo con la serie de televisión. No considero que lo importante sea saber si realmente esas cosas ocurrieron lo importante es disfrutar de la posibilidad de que ocurriesen.
En definitiva una lectura recomendable, además si eres amante de Bored to death encontraras muchos lugares comunes y una sensación de deja vú en algunos de los pasajes. Si no eres seguidor de la serie puedes disfrutar igualmente del relato, tal vez si te gusta después te animes a conocer uno de los mejores estrenos del 2009.