Revista Cine
Ésta es una historia sobradamente conocida: el inesperado éxito (más de crítica que de taquilla, todo hay que decirlo; tampoco el perfil comercial del proyecto hacía prever otra cosa) que el director holandés Anton Corbijn, especializado en “material musical” (videoclips y similares), consiguiera con su anterior film, “Control” —biografía del mítico líder de Joy Division, Ian Curtis—, parece haberle abierto las puertas a producciones de otro fuste y enfoque. Y helo aquí, al mando de la “nave” de una producción como “El americano”, última película que llega a las pantallas españolas con el protagonismo (y casi huelga decir que ése se convierte en el reclamo principal para atraer al público a las salas) de una megaestrella del calibre de George Clooney, cuyo personaje, al igual que el que encarnara en su anterior éxito, “Up in the air”, y bajo un perfil de carácter similar (hombre solitario, reservado y de cortos anclajes afectivos) también tiene como dedicación profesional la de la “depuración de plantillas” (aunque ahora, según cuenta la sinopsis argumental, dicha depuración ya no se limita a su despido, sino que es todavía más “profunda”...).
El film, cuyo reciente estreno en su país de origen, Estados Unidos, se ha saldado con un fenomenal resultado de taquilla (que, de hecho, le ha encumbrado al número uno del box-office), ofrece, más allá de esa presencia de Clooney —imposible obviar su trascendencia—, una combinación de elementos que pueden hacerlo particularmente atractivo para un público amplio y ecléctico: su condición de thriller en el que prima más la calma que el desenfreno (algo poco habitual en las tendencias últimas en que se suele mover el género); su localización en un pequeño pueblo italiano (algo bastante tópico, pero que, a nivel visual —y no olvidemos que Corbijn es, por encima de todo, un reputadísimo fotógrafo—, suele dar unos resultados magníficos); o la curiosidad por descubrir a toda una plétora de secundarios absolutamente desconocidos, entre los que llama, sobre todo, la atención, la partenaire de la estrella, Violante Placido, una actriz italiana que, pese a no tratarse de una chiquilla (34 años), no es apenas conocida y, en principio, exhibe una belleza deslumbrante (habrá que ver si algo más: qué y cuánto...). ¿Suficiente? Debería serlo; pero sólo lo sabremos con certeza a partir del próximo viernes...
* APUNTE DEL DÍA: si quieren leer una panorámica general sobre los estrenos previstos para el proximo viernes, aquí tienen el enlace.
* Apuntes sobre el cine que viene XLIX.-