Además, para aquellos bebedores de buen vino (entre los que me incluyo), el restauranteha elaborado con mimo una carta con decenas de referencias nacionales e internacionales entre las que se cuentan interesantes vinos de autor (recomiendo desde aquí el leonés Habla del Silencio)
La noche podemos continuarla tomando una copa allí mismo, al fresco de la bodegao, ahora que hace buen tiempo, en alguna de las azoteas de los hoteles del barrio (el Urban o el Me). Como bien dicen en El Apartamento “aquí si te olvidas las llaves, no pasa nada”. Y así es, siempre está la puerta abierta a todo el que quiera formar parte de esta familia.