Revista Espiritualidad

El aprendizaje en las empresas

Por Sergio_sosa @sergio_sosa

"Las máquinas no aprenden...los sistemas vivos sí. ¿Será necesaria la capacidad de aprender, adaptarse y evolucionar para el desempeño de cualquier organización?" Adolfo Jarrín

Desde hace bastante tiempo he estado hablando sobre este tema: tanto los participantes de mis seminarios como los alumnos que asisten a mis clases saben que insisto mucho en este punto.

Soy un apasionado del aprendizaje y creo que buena parte de los problemas que se les presentan a las organizaciones se desprenden de sus deficiencias de aprendizaje; ¿qué pasaría si la "alta gerencia" de las organizaciones tomara la decisión de llevar a cabo un importante aumento del presupuesto de formación de sus colaboradores?

Lamentablemente, la mayoría de las organizaciones tienen un pobre desempeño en este sentido. ¿Cuál es el número promedio de horas que las personas asisten a formación en sus empresas? Estoy casi seguro que esa cifra no sobrepasa las 20 horas, ¡AL AÑO! ¡Esto es algo patético! ¿Cómo puede una organización insertarse en el futuro si sólo envía a sus integrantes a formarse durante menos de 20 horas al año?

La cruda realidad es que, generalmente, algunas personas asisten a seminarios, cursos y talleres más por su propio interés que porque la organización a la que le prestan sus servicios tenga interés en su desarrollo personal y profesional.

¿Qué está pasando? Como dice Tom Peters: "lo estamos haciendo peligrosamente mal"; ¿cómo es posible que tanta gente cualificada sea tan colectivamente estúpida?"

Creo que ya es hora de revisar en profundidad nuestros paradigmas sobre el tema de la formación de nuestros colaboradores; de lo contrario, la expectativa de vida de las organizaciones seguirá una tendencia a la baja.

¿Realmente queremos organizaciones más efímeras?

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