El arte de julian beever

El arte de buscar lo original en lo ya inventado Julian Beever se ha hecho famoso por sus perspectivas imposibles Julian Beever es un artista que no necesita presentación, a quién este nombre y apellido no le digan nada le bastará con ver cualquier fotografía de su obra. La obra artística de este británico está basada en dos recursos pictóricos con más de 500 años de antigüedad: la anamorfosis y el trampantojo. En muchas ocasiones las obras de arte, como puede ocurrir con otros productos, no se pueden permitir quedarse encerradas entre cuatro paredes, o más bien es el artista, el que no puede o no quiere esperar a que alguien llegue a contemplar su obra, este suele ser el detonante para muchos artistas callejeros, que se lanzan a la rué. Cada cual tiene un por qué, y todos son respetables,… y admirables. No es fácil trabajar “en directo”, con el espectador ojo avizor, las críticas llegan directamente a tus oídos, y no siempre son buenas. Julian Beever, lleva su obra a la calle, presenta perspectivas imposibles, ilusiones ópticas que provocan el asombro del traseúnte, dibujos y pinturas imposibles, solo existentes desde un determinado ángulo de visión, gracias a la complejidad caprichosa del cerebro humano. Lo diferente de lo que ya existía Lo que Julian Beever introduce a su obra, y que lo hace diferente a las obras de Hans Holbein el Joven o a las de Bernhard Riemann, por ejemplo, es el poder de lo cercano y lo efímero. Él lleva su arte a la calle, pinta en las aceras, pinta con tizas de colores, un material perecedero donde los haya, en cuestión de horas, con suerte días, solo quedará el recuerdo de lo creado. Como documento justificante de aquello que se hizo solo quedarán las fotografías de peatones en azoteas de rascacielos y bordes de abismo… a pie de calle. El arte de Julian Beever no solo radica en lo que hace, sino también en haber conseguido vivir y ser mundialmente conocido y reconocido, por realizar un arte que no se puede vender, no se puede conservar. Sin embargo importantes marcas pagan para aparecer representadas en sus obras, realiza reportajes y spots publicitarios, y es que aunque eso de por amor al arte queda muy bien, la verdad es que de algo hay que vivir.     Like this:Like Loading...