Este pigmento anaranjado que ha demostrado estar asociado con la prevención de los ataques cardíacos, de los accidentes cerebro vasculares y del cáncer, en especial del pulmonar, fortalece la actividad del sistema inmunitario y elimina los radicales de oxígeno libres.
Las víctimas de cáncer (en particular con cáncer pulmonar, gástrico, esofágico, del intestino delgado, del cuello uterino y del útero) suelen tener niveles bajos de betacaroteno, reflejando un consumo escaso de este compuesto a través de la dieta.
Según un estudio, los niveles de betacaroteno eran una tercera parte inferiores entre las víctimas de cáncer pulmonar comparadas con las personas sanas.
Así mismo, un estudio británico reveló recientemente que la probabilidad de contraer cáncer, en especial cáncer pulmonar era de tan sólo el 60 % entre los hombres con los niveles más altos de betacaroteno en la sangre, comparados con aquellos que tenían los niveles más bajos. Recomiendo leer el articulo (los alimentos y su uso como antioxidantes)
Principales fuentes de betacaroteno: hortalizas de color anaranjado interno y de hojas verde oscuro.