Mi experiencia en el camino de Santiago con mi hijo pequeño
Mi hijo, me pidió que lo llevase al camino que iba a hacer con sus amigos. Sus amigos llegarían en la última etapa, así que los 5 primeros días caminaría solo
Así que me armé de valor y despedí a mi familia y a todas las labores del hogar que tenía pendientes...Dejándolo todo a su libre albedrío, sin organizar nada, hasta dejé a mi compañero de vida con las manos heridas tras una caída en un incendio que tuvimos en la finca de casa la noche anterior.
También dejé la casa patas arriba! sin poner en orden después de venir mi hermana autista a dormir, ropa sin lavar, mermelada a medias, comida sin recoger, camas sin hacer...en fin ...para que seguir contando...Nada impidió que me fuese al camino de Santiago con mi hijo pequeño, sabía que era una oportunidad única, quizá nunca más se repetiría y quería comprobar que experiencia sería esa...Atrás quedó la casa revolucionada, nos depedimos de mi hijo mayor y su pareja que acababan de llegar a visitarnos y nos fuimos después de haber localizado una cabaña de madera para dormir al pie del camino en La Caridad, Asturias.
Allí comenzó esta historia más de mi vida, una aventura maravillosa que jamás olvidaré.
Qué aventura !!!
5 días caminando soportando a mi hijo adolescente !
Jajajaja Un hijo lleno de valores y de determinación! y él esperándome en todas las cuestas, ya que subía muy muy despacio y él me empujaba por la espalda para ir más rápido... Era todo montañas... La primera noche dormimos como dos niños en literas en la cabaña de manera, la segunda en una cama de matrimonio en una tienda de campaña sin doble techo, un frío helador!!! tapados hasta las orejas, la tercera y cuarta noche en una pensión de unos pasteleros, cuya estancia estaba en un jardín del Edén, lleno de árboles, plantas, animales y estanques, un lugar mágico que para desayunar nos llenaron de pasteles por qué eran pasteleros.
En la habitación había un cuarto de baño enorme, con una bañera gigante! todo un lujo muy económico!!! que bien dormimos! no recuerdo dormir tan profundamente, ya que el cansancio era tremendo, no sentía el cuerpo del gran esfuerzo que hice al caminar hasta 27 km. un día por esas montañas de Mondoñedo...Durante días caminabamos hasta la hora de la comida. Haciamos solo una copiosa comida, era la recompensa por el gran esfuerzo físico.
No me arrepiento de nada, fue una experiencia única y mágica, absolutamente maravillosa, vi muchas cosas e hicimos amigos, mi hijo y yo, ahora tenemos un hilo todavía más cercano. La naturaleza es la mejor manera de conectar (meditar) con nuestra esencia natural, toda su belleza, todo su silencio, toda su pureza nos conecta con lo que en verdad somos y creemos perdido en un mundo frío, artificial y falso en el que vivimos cuando huímos de lo que somos, de nuestra más profunda esencia natural.