...que mal que el honor estraga,
no es menester que se haga,
porque basta que se diga.
Son raras en este blog las recomendaciones teatrales. Solo aprecio el teatro clásico (cuanto más, mejor). Y no soporto que plumas sin oficio ni imaginación tengan la desfachatez de corregir y disminuir a grandes de todos los tiempos. Así que es raro que pise yo un patio de butacas si no es para ver representaciones líricas, que son más difíciles de vulnerar.Mi sorpresa fue, el otro día, ver que en los Teatros del Canal se estrenaba "El Castigo sin Venganza" una obra de Lope de Vega. Y no hablaba de "basada", "sobre el texto" o "versión"... Lo cierto es que lo era. Una versión por motivos dignos del teatro, como son el presupuesto, el tamaño de la compañía y el horario a cumplir. Y la comprensión del público moderno. Para esto no es necesario hacer chistes fáciles con temas modernos como la Esteban (Vidi) sino, como en esta obra, basta con poner una voz en off que ponga en antecedentes. O sea, que solo buenas palabras tengo para un montaje escueto en el decorado, perfecto en el vestuario y adecuado a nuestro tiempo moderno y a un teatro bellísimo y futuro. Digno de la ciudad que lo acoge y con la dirección artística del gran Albert Boadella que, además de genial mosca cojonera, es uno de los grandes intelectuales, autores y directores de teatro del país. De otro modo, creo que el montaje no sería igual.
El reparto, más que correcto. Gerardo Malla, excepcional. Su voz rotunda como un proyectil, sus eses densas dan empaque a un Duque de Ferrara viejo y herido, dotando del medievalismo que exige el argumento. Pero destaco, por mi gusto a la joven Alejandra Mayo, que crea una Casandra sexual, virtuosa y descarada al mismo tiempo, atrapada en un destino indeseable.Los diálogos del Gran Autor son perfectos, abrillantados por algún recitar más adulto que otros, casi épicos del teatro; que, si no fuera por la hispana manía de la disminución al absurdo, competiría con los del Inglés en belleza y profundidad, ganando por knock out en menos de uEl tema de "El Castigo sin Venganza", ése, es eterno. Razón contra deseo, instinto contra sociedad. La ausencia de maldad que causa daño. La petición de honra que deshonra. Se entiende, creo, así explicado...Un tema y desarrollo más shakespeariano que español. Un Lope en sus últimos días, reflexionando inutilmente sobre lo difícil de la relación humana, sobre los muchos tonos de gris que crean el negro en que vivimos y sobre la maldad descarada y abyecta de querer mantener todo en blanco. Todo, por menos de 25 euros.