Revista Arte
Imagino que, a estas alturas, los fans de Juego de Tronos ya sabrán que una de las localizaciones escogidas para filmar la nueva temporada de la serie se encuentra en Catalunya. Si no estoy equivocada, estos días están grabando en Girona y próximamente lo harán en este precioso castillo que se encuentra a 45 minutos de esta ciudad. Si os soy sincera, no soy una gran fan de la serie y tampoco de los libros. Aunque los tengo en mi estantería, sólo he leído la mitad del primer volumen y he visto la primera temporada de la serie. Sí, lo sé, parece un pecado, pero a mí me cansan las sagas tan largas. Necesito un poco de variedad en mis lecturas, qué le vamos a hacer. Espero animarme algún día y poder decir que sí, que yo también leí entera la saga de Canción de Hielo y Fuego. Pero mientras tanto, lo que sí que puedo ofrecer a los curiosos es un pequeño tour por este escenario que aparecerá en la serie. Y es que el castillo de Santa Florentina se encuentra a tan sólo 20 minutos de donde vivo, así que visitarlo era casi obligado. Llegar hasta este magnífico castillo puede resultar un poco dificultoso si no se conoce la zona. El problema es que no se ve desde la carretera principal y tampoco hay ninguna indicación. No está ubicado sobre ningún promontorio, sino que se esconde tras una maraña de árboles. Así que para que sepáis con seguridad dónde está situado, es mejor que echéis un vistazo a su página web. Lo que sí que os puedo comentar es que se encuentra en las afueras de la localidad de Canet de Mar, un bonito pueblo costero en el que pasé muchos fines de semana de mi infancia. ¿Qué os parece entonces si os enseño cómo es este castillo? Antes que nada, debo decir que sólo se puede acceder a él a través de una visita guiada y que (al menos el año pasado) no se realiza todos los fines de semana. Hay que llamar con antelación para reservar plaza. Y no es barata.
La historia del castillo de Santa Florentina hay que buscarla en la época medieval. El edificio se construyó sobre una antigua villa romana, en una zona de producción vinícola. El primer propietario documentado fue Gaudamir de Canet (1024), cuyo linaje fortificó la domus incorporando las torres de su portal medieval para protegerse de los asaltos y las incursiones piratas que llegaban desde el Mediterráneo. Fue a partir del siglo XV cuando el linaje empezó a hacerse fuerte y conocido: Arnau de Canet incorporó por matrimonio los dominios de Besora y Montesquiu, y su hija, Antonia de Canet, se emparentó con los Peguera hasta principios del siglo XVI. Fue entonces cuando la propiedad pasó a manos de la familia Montaner hasta prácticamente la actualidad. Del linaje de los Montaner destacó Lluís Domènech i Montaner (1850-1923), arquitecto, historiador y político, figura principal del modernismo catalán. Él se encargó de restaurar y ampliar el castillo por encargo de su tío, Ramón de Montaner i Vila, el importante propietario de la editorial Montaner i Simón (hoy sede de la Fundació Antoni Tàpies de Barcelona). Esta ampliación es la que nosotros, como visitantes, podemos ver en todo su esplendor. Es la que se incorpora al castillo medieval y la que da como resultado una mezcla extraña pero atractiva. En las paredes de piedra se incorporaron artesonados de madera, los ventanales se decoraron con vitrales de colores, el hierro forjado hizo su aparición en el gran salón. Cerámicas, esculturas, mármoles, tapices... una reforma que dio al antiguo castillo (o Domus de Canet, como se la conocía popularmente) una ambientación neomedieval, romántica y modernista. Santa Florentina pasó de ser un pequeño castillo con dos torres medievales en la entrada a un gran castillo renovado y ampliado con nuevas zonas residenciales, tal y como lo podemos ver hoy en día. En definitiva, un palacio ricamente decorado en el cual incluso se hospedó el rey Alfonso XIII en 1908. En aquellos tiempos, el castillo se convirtió en un lugar de reunión de poetas, literatos, artistas y políticos. En 1949 fue declarado Monumento Arquitectónico Nacional.
¿A vosotros qué os parece? ¿Creéis que encaja con la imagen de Juego de Tronos? Tendremos que esperar para ver qué partes del castillo aparecen en la nueva temporada. En mi opinión, es un castillo que, a parte de este nuevo atractivo turístico que ahora posee, vale mucho la pena visitar por esa mezcla medieval y modernista que lo hace único y especial. ¡Espero que os gusten mis fotografías! ¡Hasta el próximo viaje!
Ubicación geográfica
Visita: 15/02/2014
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