Revista Cine

El cine que nos falta por ver/ Con Marlon Brando: On the Waterfront (1954)

Publicado el 31 enero 2012 por Cluisa

El cine que nos falta por ver/ Con Marlon Brando: On the Waterfront (1954)
Marlon Brando quiere redimirse en esta cinta de Elia Kazan, todo el mundo (o al menos aquellos que tienen aspiraciones) de haber fracasado o no estar tan satisfechos,  creen que pudieron haber tenido una vida mejor, que de no haber sido por sus circunstancias, sus destinos habrían sido otros. Algo más o menos así le dice Terry Malloy (Marlon Brando) a su hermano en la famosa escena del carro en "On the Waterfront"1954.
La escena de “La Ley del silencio”, como se llamó el film en español fue comentada por  Brando en una entrevista posterior: “En una película que yo actuaba, llamada La Ley del silencio, había una escena en un taxi, en la que me confió con mi hermano,  que va a entregarme a los gánsters y yo me lamento de que nunca me cuidó, que nunca me dio una oportunidad… No era la escena… Hay otras escenas donde encontrarás actores que lo hagan bien, pero desde el momento que el público no pueda identificarse, pasaran desapercibidas… Las escenas maravillosas nunca se mencionan solo las que afectan a la gente” dice el actor quien afirmó que ninguna película es una obra de arte, ni las suyas y que como actor era "un hombre de negocios" que sabia defenderse en su trabajo, no un artista.
“Deberías haberte encargado de mi Charley” le dice un lloroso Malloy a su hermano en el film del que recuerdo especialmente ese fragmento, que es, tal como se le atribuye en la historia del cine mundial, uno de los mejores momentos interpretativos de Brando, ya que trasluce a la perfección el sentimiento de impotencia de haber “perdido” la gran parte de su vida en nada.
El medio hostil, la soledad y la desesperación de tener que callar para sobrevivir o vivir en el miedo unen a los personajes de esta cinta y a la vez los somete a la encrucijada de tener que decidir su camino y trabajar en él (para intentar trastocarlo), como si de ello dependiera el último hálito de sus vidas.
Brando esta más sexy que nunca (perdón) y Elia Kazan entrega una película que no tiene desperdicio, cine con alma de ese que siempre uno quiere volver a ver.
Los motivos “políticos” del director para su realización los dejo de lado, así como también los premios  Oscar que obtuvo la cinta, parafraseando a  Brando los premios son una completa porquería sin importancia.
Calificación: 10/10

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