Una eyección de la masa coronal alcanzó el campo magnético de la Tierra ayer 19 de enero aproximadamente a las 17:15 UT. El débil impacto no provocó una tormenta geomagnética como suele ocurrir en muchos casos, pero sí logró iluminar el Círculo Polar Ártico con espectaculares auroras. Recordemos que una eyección de masa coronal o CME (por sus siglas en inglés: Coronal Mass Ejection) es una onda hecha de radiación y viento solar que se desprende del Sol en el periodo llamado Actividad Máxima Solar, que ocurre cada 11 años aproximadamente. Esta onda si llega a la Tierra y su campo magnético está orientado al Sur, puede dañar los circuitos eléctricos, los transformadores y los sistemas de comunicación, además de reducir el campo magnético de la Tierra por un período. Cuando esto ocurre, se dice que hay una tormenta solar. Sin embargo, si está orientado al Norte, rebotará inofensivamente en la magnetosfera. La magnetosfera o magnetósfera es una región alrededor de un planeta en la que el campo magnético de éste desvía la mayor parte del viento solar formando un escudo protector contra las partículas cargadas de alta energía procedentes del Sol. (Texto original en Scientificamerican.com).
Aquí les dejo con la mejor parte de estas eyecciones, las auroras boreales o australes, captadas por los aficionados y expertos que estudian este espectacular fenómeno:
Foto: Frank Olsen desde Noruega
La fotografía anterior tiene particular captura. En el cielo la aurora boreal, y sobre la arena unas luces, los dinoflagelados bioluminiscentes , un tipo de microbio naturalmente radiante. “Para mi sorpresa, me encontré con estos chicos dando vueltas esta noche en la playa”, dice Olsen. “Se veían muy bien juntos con las auroras en el cielo.” Existe una relación interesante entre las auroras y los dinoflagelados. Ambos utilizan el oxígeno para crear su resplandor. En el caso del organismo marino, un pigmento químico ( luciferina ) reacciona con el oxígeno para crear la luz. Mientras tanto, arriba en el cielo, las partículas cargadas del viento solar llueven sobre la atmósfera, chocan con las moléculas de oxígeno para crear el indicador verde color de las auroras.
Foto: Frank Olsen desde Noruega
Foto: Jonathan Tucker, Whitehorse,Yukon
Foto: Tuomas Kuoksa, Syöte, Finland
Foto: Hugo Løhre, Olaheimvann/Senja Noruega
Foto: Tim Nordström, Abisko, Suecia
Foto: Park Jongwoo, Lake Mivatn, Islandia