El club de lectura de las chicas traviesas, Sophie Hart

Estelle lleva tiempo divorciada y vive volcada en su negocio y en su hijo Joe. Mientras lee la novela erótica de moda, Estelle decide organizar un club de lectura en su cafetería para tener más clientes. Allí conoce a Rebecca, que se aburre con su marido Andy, a la feminista Gracie, a Reggie, un tímido estudiante, y a Sue, que se acaba de jubilar y no es feliz con su apático marido George. La lectura de novelas eróticas cambia la vida de los miembros del club.

Este ha sido el libro escogido para la reunión de diciembre del club de lectura de romántica de La Casa del Libro de Valencia. La verdad es que, a primera vista, me pareció un libro curioso y muy apropiado para el club. No había oído hablar de él, por lo que me llamó la atención y mucho. Sin embargo, el principio se me hizo muy largo. Hay muchos personajes y la autora dedica varios capítulos a presentarnos a todos con las situaciones que viven cada uno.
Comencé a leerlo un poco a desgana, puesto que, como he dicho, se me hacía demasiado lento y aburrido. Puede que, si no hubiera sido porque tenía que leerlo para el club de lectura, lo hubiera dejado a un lado, para cuando tuviera más tiempo y menos complicaciones estudiantiles. Me alegro de no haberlo hecho. El libro mejora y mucho. Consigue atraparte y hace que no puedas dejar de leer.
Los personajes son, sencillamente, entrañables. Les coges mucho cariño, vives con ellos todo lo que les ocurre, sonríe, lloras, te sobrecoges...Te llevas sorpresas con más de uno, puesto que acaban siendo lo que no parecían al principio. Vas viendo su evolución poco a poco, como si salieran de su cascaron. Si me tuviera que quedar con uno de los personajes, ese sería, sin duda, Reggie. Me ha parecido, simplemente, genial. Aunque Gracie tampoco se queda atrás. Sus comentarios ácidos son muy buenos.
La erótica es un género que ha tenido su boom desde hace poco más de un año, a partir de Cincuenta sombras de Grey. Sin embargo, este libro habla de que ha habido literatura de esta temática mucho antes de esta novela. Nos da una vuelta por varias historias que son comentadas en el club de lectura, pero al final de todo el libro que se escoge en cada sesión no es más que una excusa para quedar y hablar. 

Recordó cuando comenzaron a quedar y Andy no parecía cansarse nunca de ella. Se acordaba de que, al salir de un bar o de un club nocturno, la empujaba hacia un callejón para besarla y meterle mano... ¡Había sido tan emocionante, la sensación de estar haciendo algo ilícito! Sentir sus manos sobre la piel y pensar que alguien podía descubrirlos en cualquier momento. Solo con pensar en ello ya se sentía excitada, valoró mientras pasaban por delante de las puertas cerradas del café. Deseaba que Andy volviera a agarrarla con fuerza, la atrajera hacia sí y después... Pe ro aquellos días parecían haberse quedado atrás y a ella solo le quedaban sus fantasías. Se detuvo y se giró de nuevo hacia la cafetería. Había una mujer joven en la puerta, llevaba un vestido negro, una chaqueta de pata de gallo, una bufanda roja y zapatos de tacón chupete. Tenía las piernas enfundadas en unas medias negras de red, y el pelo estaba teñido de negro y peinado estilo años cincuenta. Parecía divertida, interesante y lo mejor de todo es que estaba leyendo el cartel con intensa concentración. La mujer sacó un iPhone de su bolso (que era rojo y tenía la forma de unos labios) y comenzó a teclear las instrucciones del cartel. Rebecca sonrió para sus adentros. Después de todo, quizá no fuera un club para carcamales. 

La forma de narrar que tiene la autora es brillante, salvo por el detalle de que el principio se me hizo algo lento, sabe hilvanar muy bien todas las tramas que giran alrededor del café en el que se celebra las reuniones utilizando como hilo conductor la literatura y el humor.

En definitiva, se trata de un libro muy ameno, ingenioso, un libro que da un aire nuevo a la literatura erótica de los últimos meses, dándonos otro punto de vista que puede habernos pasado desapercibido. Un libro cuyos protagonistas no son guapos millonarios y jóvenes e ingenuas chicas. Una novela cuyos personajes podemos encontrárnoslos por la calle, día tras día. Es, concluyendo, una historia que merece mucho la pena.