Revista Arte

El coleccionismo como una transformación radical, la redención, o la salvación del Arte.

Por Artepoesia
El coleccionismo como una transformación radical, la redención, o la salvación del Arte.El coleccionismo como una transformación radical, la redención, o la salvación del Arte.
El coleccionismo como una transformación radical, la redención, o la salvación del Arte.El coleccionismo como una transformación radical, la redención, o la salvación del Arte.
El coleccionismo como una transformación radical, la redención, o la salvación del Arte.El coleccionismo como una transformación radical, la redención, o la salvación del Arte.
El coleccionismo como una transformación radical, la redención, o la salvación del Arte.El coleccionismo como una transformación radical, la redención, o la salvación del Arte.
El coleccionismo como una transformación radical, la redención, o la salvación del Arte.El coleccionismo como una transformación radical, la redención, o la salvación del Arte.El coleccionismo como una transformación radical, la redención, o la salvación del Arte.
En Londres, en 1864, se llegó a fundar la Asociación Internacional de los Trabajadores. Fueron los sindicalistas ingleses -primeros del mundo-, los anarquistas y socialistas franceses y los republicanos italianos -entonces Italia era una reciente monarquía- quienes consiguieron internacionalizar así un movimiento social, al que los pensadores Marx, Engels y Bakunin se adherirían y llevarían, de ese modo, sus filosofías al servicio de tan influyente organización. Organización que alcanzaría a determinar, absolutamente, el desarrollo histórico de la Humanidad durante todos los siguientes años. En Italia, en la hermosa, pintoresca y literaria región de Emilia Romaña, en la ciudad de Reggio Emilia, nacieron dos anarquistas que por aquellos años -1864- aún no eran más que dos niños. Vittorio Pini (1860-1903), hijo de un voluntario partidario del héroe nacional Garibaldi, ingresó en la AIT en 1876 y, diez años después, tras varias desilusiones en su país, marchó definitivamente a París. Luigi Parmigiano (1860-1945), más conocido como Luigi Parmeggiani, se incorporó a la AIT en 1878, y un año después huyó de Italia para tratar así de evitar hacer el servicio militar. Llegó al sur de Francia, en donde conoció a María Carron, con la que llegó a mantener una relación por más de diez años casi.
Ambos paisanos se conocieron en París en 1886 y aquí se convirtieron en anarquistas, creando en 1887 el grupo Los Intransigentes. Justificaban, con sus teorías, la expropiación y el robo como un medio de lucha. Así, este grupo anarquista financió publicaciones radicales en donde, además, explicaban métodos de confección de artefactos explosivos. En un viaje posterior a Italia los dos activistas organizaron un atentado, en febrero de 1889, contra un político socialista italiano, Celso Ceretti. Pudieron huir hacia Francia de nuevo; sin embargo Pini fue arrestado por la policía gala, condenado a veinte años y deportado finalmente a un penal de la Guayana francesa, en donde terminó falleciendo. Parmeggiani, más afortunado, logró refugiarse en Inglaterra, en donde la justicia británica no admitió llevar a cabo la extradicción. 
Ignacio León y Escosura había nacido en Oviedo (Asturias) en junio de 1834, y acabó educándose, en la Escuela de Bellas Artes de La Coruña, nada menos que con el genio del Arte don Federico de Madrazo.  Desde 1859 marchó a París, manteniendo ahí su estudio, y no regresó a España hasta cerca de su muerte, que ocurrió en Toledo en 1901. Su interés en Velázquez y en Murillo le llevó, en su juventud, a llegar a copiarlos en el Museo del Prado. Tal verosimilitud tuvieron estas obras inspiradas de los grandes maestros del siglo de oro, que algunas de ellas fueron colocadas -sin él saberlo- hasta en el Museo del Louvre parisino y en el National Gallery de Londres. Su prestigio y fama  fue más internacional que en su propio país. Aficionado también a todo tipo de Arte, consiguió una colección de variopintas, valiosas y únicas obras artísticas. En París contrajo matrimonio con la bella Marie Thérese Marcy, más joven que él; y ya no dejaría de vivir en la ciudad del Sena en muchos años. 
Las ideas anarquistas de Los intransigentes se basaban en un exacerbado individualismo, en donde la autonomía del ser y su libertad llevaban a idealizar una forma de vida que seducía, además, a muchos creadores artísticos que, desde su independencia y discreción, llegaron a mantener, en París sobre todo, muchos contactos con estos personajes. Durante sus años en la ciudad de la Luz, Parmiggiani conseguiría llegar a conocer al pintor español. Ya fuese por la belleza de Marie Thérese o por su novedoso interés en el Arte, el caso es que Luigi, a partir de 1891, acabó convertido en un asiduo y admirador de la pintura y las colecciones de León de Escosura. En 1892 fue detenido en Francia, juzgado y condenado sólo a 15 meses de prisión. Logró reducir su condena -acusando a otros compañeros-, abandonó a María Carron y marchó a Londres, en donde utilizó el apellido de su amante, Marcy, para abrir una galería de antigüedades en el barrio londinense de Bloomsbury -entonces muy de moda- y, gracias a sus relaciones con los Escosura, conseguir comercializar, con mucho éxito, diferentes y atractivas obras de Arte
Ya en 1895 abandonó definitivamente cualquier militancia anarquista y su galeria -la Galería Marcy- se convirtió, a finales del siglo XIX, en un referente muy importante en el mundo del Arte. En 1903 -dos años después de la muerte del pintor Escosura- cerró la galería londinense y marchó a París con su amante viuda. Admitió ya su verdadera personalidad y tuvo que afrontar juicios de los que salió bien parado, aunque hubo leyendas que circularon entonces sobre comercio de falsificaciones de obras de Arte, bandas criminales, y otras historias. En 1914, con cincuenta y cuatro años, se casó con la sobrina de su amante -e hija del pintor italiano Cesare Augusto Detti (1847-1914)-, Anna Detti. En 1918 falleció su amante Marie Théresa y heredera de la colección de su marido, el pintor Ignacio León de Escosura. Gracias a Anna, su jovencísima esposa, pudo reclamar toda la herencia  de la familia Escosura, colección incluida. En los años veinte se trasladó a su ciudad natal, Reggio Emilia, cerró la galeria Marcy en París y creó la nueva colección Parmiggiani, tratando de este modo de resarcir su maldito apellido. 
En 1924 anunció su decisión de ofrecer su colección a su ciudad, para lo cual construiría un grandioso edificio gótico-renacentista. Logró que su Galería Parmiggiani se convirtiera en un centro cultural de gran importancia, con exposiciones de pinturas, artes decorativas, conferencias y hasta conciertos. A principios de los años treinta Luigi Parmiggiani, con graves dificultades económicas, propuso a su ciudad natal que le cedería toda su colección a cambio de que no existieran ya dudas de su cambio personal, de que acabaran de construir el edificio, su Galería Parmiggiani, y que le concedieran una pensión vitalicia a su esposa. Aceptaron sus condiciones, y en 1933 se inauguró la Galleria Anna e Luigi Parmeggiani. Con ello, además, obtuvo la redención de su pasado y la consolidación de su mecenazgo en las Artes, algo que no pudo ni siquiera imaginar en aquellos años que, junto con su colega Vittorio Pini, atentaba y extorsionaba en nombre de un anarquismo finisecular.
(Cuadro del pintor español Ignacio León de Escosura, Las Bordadoras; Cuadro del mismo pintor, Carlos V en el estudio de Tiziano, 1882, Galería Parmiggiano, Italia; Ilustración de una reproducción de un atentado anarquista en el siglo XIX; Fotografía de Luigi Parmiggiani, siglo XIX; Fotografía de Parmiggiani con su colección, primeros años, siglo XIX; Fotografía de la terminación del edificio de la Galería Parmiggiani, con Luigi en el centro con bigote y pelo cano, siglo XX; Edificio de la Galleria Parmiggiani, Reggia Emilia, Emilia Romaña, Italia; Fotografía de la Galería Parmiggiani, Salón Español; Cuadro atribuido al pintor Ignacio León de Escosura, Un español con vestimenta del siglo XVII, National Gallery de Londres -copia de una obra de Velázquez en el Prado, ésta llegó a confundir a los ingleses hasta que se aclaró la autoría-; Cuadro Estudio del pintor, de Ignacio Léon de Escosura, colección Parmiggiani, cedida en 1943 a la Galleria Ricci Oddi de Piacenza, Italia; Fotograbado con el retrato del pintor Ignacio Léon de Escosura, siglo XIX.)

Volver a la Portada de Logo Paperblog