Hoy, a raíz de una experiencia personal hablamos sobre el conflicto que sufre actualmente toda la población saharaui. Resulta irónico que cuando se produjo este conflicto ya hace casi 40 años, nadie podía imaginarse que en algún momento tanto tiempo después, no sólo seguiría sin solucionar sino que sería contado en un soporte virtual que ni siquiera existía entonces llamado internet.
Puede que para muchos de vosotros el conflicto saharaui no sea más que, en todo caso, un pueblo afligido que vive en circunstancias precarias de recursos y en la extrema pobreza. En realidad, ni yo misma conocía muy bien el conflicto hasta que me decidí a intentar echar una mano allí y lo vi sobre el terreno gracias a una asociación no gubernamental alicantina de ayuda al pueblo saharaui, Dar Al Karama. Dar Al Karama trae niños saharauis enfermos a las instalaciones que tiene aquí en Alicante para tratarlos y curarlos gracias a pediatras y educadores que cooperan con la asociación, además de organizar expediciones de misión humanitaria en los mismos campamentos de refugiados saharauis.
Allí mismo hay quien echa la culpa de nuestra “semi-incultura” a la escasa difusión que tienen en nuestro país las noticias que manifiestan la gravedad de dicha problemática, ¿será porque España tuvo gran parte de responsabilidad en este problema?
A continuación, os presentamos un mapa geográfico que se encuentra en el ”Museo de la Guerra” (Rabuni) en el que aparece la distribución geográfica de las partes implicadas en el conflicto actual así como un breve esquema cronológico de los acontecimientos que tuvieron lugar en el desarrollo del conflicto. Para situarnos, el Sahara Occidental era una colonia española hasta que un poco antes de los años 70 comenzaran los nacionalismos que impulsaron al pueblo saharaui a levantarse en contra de los colonizadores de su territorio.
Distribución geográfica del Sahara Occidental
Cronología del desarrollo del conflicto saharaui
El plan de paz tenía previsto realizar un censo para llevar a cabo un referéndum y que de esta manera, la población saharaui pudiera elegir entre la integración con Marruecos o la independencia.
En el año 2000, la ONU publica el censo y a pesar de todo, Marruecos se niega a aceptarlo. El censo debía tardar unas semanas y las trabas interpuestas por Marruecos lo demoraron 8 años. El esperado referéndum, hoy más de 20 años después, aún no se ha celebrado.
Distribución política del Sahara Occidental
Aunque así fue y nuestro país tuvo mucho que ver en el conflicto, lo que en realidad importa es solucionar un hecho que tiene en vilo a toda la población saharaui. Hoy unos 150.000 saharauis viven aún en su tierra bajo el yugo del opresor que cercena cualquier atisbo de libertad de expresión y que intenta borrar la existencia del pasado saharaui y los orígenes de todos los que allí viven, según testimonios. Cientos de activistas han sido detenidos y torturados. Otros 120.000 saharauis viven en la precariedad de los campos de refugiados situados en el desierto de Argelia, cerca de Tinduf, sin acceso a medidas mínimamente higiénicas y fuera de su casa a costa de elegir dicha libertad. Y alrededor de 30.000 más, viven en la parte del Sahara Occidental controlado por el Frente Polisario. Como resultado de todo ello, entre otros: familias separadas y rotas que sólo reclaman su derecho a volver a casa, a la tierra que por derecho les pertenece y que les fue arrebatada, y vivir en paz y libertad.
Campamentos Saharauis
Hoy, ya casi 40 años después, siguen viviendo a la espera, sin esperanzas ni sueños ya, tan baldíos como el desierto en el que viven, sin progreso, sin futuro. Un purgatorio incesante que comienza a colmarles llegando a la desesperación tan absoluta como para justificar, según testimonio de uno de ellos, la necesidad de crear una guerra para que el mundo se pare y de una vez mire hacia esta pequeña región. “Ya que nos han impedido vivir como queremos, que nos dejen morir como queremos” -afirma Tiba. Un belicismo obligado nacido de la impotencia para gritar al mundo su necesidad de apoyo y la gravedad de su situación.
Y yo os pregunto a todos, desde el más bajo al más alto escalafón, ciudadanos del mundo, alcaldes, consejeros, diputados, congresistas, Sr. Excmo. Presidente del gobierno, presidentes de repúblicas y gobiernos mundiales, Reales Majestades del orbe mundial, Organización de las Naciones Unidas y hasta el mismísimo Ilustrísimo Papa Francisco: ¿es necesario que veamos desgracia, sangre, dolor, muerte, violencia, atrocidad, devastación y el millar de horrores que entraña una guerra, para que capte nuestra atención un conflicto que ya está llegando al nivel de la inhumanidad?
Si la respuesta es sí, será que hemos vuelto a la edad media y no me he enterado, pido disculpas. Si la respuesta es NO, por favor, ayúdanos a difundir esta situación de injusticia e inhumanidad y a condenarla para que cada vez menos gente pueda cerrar los ojos ni mirar hacia otra parte.