Nos quedan muchísimas cosas por descubrir, quizá porque el universo es enorme y nosotros, en comparación con él, somos demasiado pequeños.
El cosmos... Ya os adelantaba en mi anterior post que os hablaría de él.
Os lo presento a menor escala, nada que ver con lo que muchos apasionados de lo oculto que nos rodea puedan imaginar. Esto no es más que un apunte que añadir a mi libreta de hallazgos de rincones de ciudades que jamás podré olvidar.
Y aunque viva en Madrid, llego a echarla de menos. Porque mantiene su esencia pero sin dejar de cambiar.
Hoy os propongo el Café Cósmico. En el número 25 de la calle Juan de Austria, en pleno corazón de mi querido Chamberí.
Simplemente: id. Dejaros llevar una noche por el azar, una mañana libre o una tarde sin planes a la vista. Entrad si vais paseando por la zona, sentaos a tomar algo. Probad algún plato de la carta. Investigad... Quizá eso os acerque más a vosotros mismos. Quizá por un momento, toda la locura que nos invade en este instante, con el tiempo, deje de hacerlo.
Y si necesitais más, si os ayuda el arte porque en algún lugar de vuestro mapa habéis dejado de confiar en el ser humano, echad un vistazo a esta genialidad de Huidobro, que podéis ver en la Fundación Teléfonica
(C/Fuencarral 3) junto con otras exposiciones más además del interior del edificio.
Kaleidoscope, Huidobro
Y de paso, una canción de Cosmo Jarvis que escucho por primera vez mientras escribo: