Revista Cultura y Ocio
Si no lo entendí mal, el cerebro se puede dividir en tres estratos en su evolución que se han superpuesto, el cerebro reptil, el mamífero y el humano propiamente dicho. El primero se reduce prácticamente a estímulos sencillos de supervivencia, el cerebro mamífero, encierra ya ciertos avances más sofisticados sobre la orientación, la diferenciación de una visión más adaptada, el proceso materno, la agrupación social por defensa, etc. y el tercero, con la formación final del lóbulo frontal, afianza la formación de la conciencia y desarrolla el sentido artístico, la imaginación y un rústico lenguaje de comunicación social. A partir de ahí, la masa cerebral se fue enredando como una culebrina dentro del cráneo y fue compilandose en el ordenador central que rige todos nuestros pensamientos y sentimientos en toda su complejidad social e individual. Este es el siglo del descubrimiento del funcionamiento del cerebro, y será el principio de una nueva forma de entender al ser humano en toda sus complejidades, paradojas e incongruencias. Será el siglo de la biónica, la biomedicina y el acercamiento al descubrimiento de qué hay detrás de la palabra dios. Tal vez también, lleguemos a Marte y nos reíremos de las novelas de marcianos. Tendremos un cuarto estrato cerebral en el que hemos puesto las primera simientes, y habrá que ponerle un nombre. Vayan pensando en uno, porque es inevitable. Y me digan "el cerebro sapiens sapiens" porque ese ya está pillado. Bienvenidos al futuro.