Governor General’s Award for English-language fiction (1985)
Los Angeles Times Book Prize (1986)
Premio Arthur C. Clarke (1987)
Audie Award (2013)
«Dios está en los detalles, dicen.
El diablo también»
“En la primavera de 1984 empecé a escribir una novela que inicialmente no se iba a llamar El cuento de la criada. La escribía a mano, casi siempre en unos cuadernos de papel pautado amarillo, y luego transcribía mis casi ilegibles garabatos con una gigantesca máquina de escribir alquilada,con teclado alemán.”
De esta forma comienza la introducción que Margaret Atwood escribe al principio de la novela. Es muy interesante esta introducción pues nos va a dar muchas pistas acerca de como se gestó El cuento de la criada publicada en 1985. Es una narración de ciencia ficción distópica y una de las obras más importantes de la escritora canadiense Margaret Atwood. En ella destaca la crítica social y el tratamiento de la mujer, temas frecuentes en sus obras.
Atwood emplea la técnica de los recuerdos para hacer un juego con dos historias distintas aunque con un mismo personaje, Defred. La obra juega desde el principio con el pasado y el presente de la protagonista, aunque el pasado del personaje se da a conocer a través de las reflexiones que puede realizar Defred.
La obra, se puede clasificar como una distopía, aunque también como una manera de mostrar el papel de hecho en muchas sociedades pasadas y actuales. Hace énfasis en la teología y el Antiguo Testamento, desenvolviéndose en las formas de gobierno y las consecuencias de implementar estos mecanismos rigurosos en la sociedad actual. Refleja la situación de las mujeres, las cuales juegan un papel fundamental y en palabras de su autora, se trata de “un relato imaginario de lo que sucede cuando ciertos no infrecuentes pronunciamientos sobre las mujeres se llevan a sus conclusiones lógicas”.
El argumento de la novela es interesante. Tras realizar un golpe militar asesinando al presidente y atribuyendo dichos ataques al terrorismo islámico, unos políticos teócratas llegan al poder de Estados Unidos, que pasa a denominarse República de Gilead (proveniente de Galaad, para referirse a la organización política de la obra). Con la excusa de la defensa contra la violencia, aumentan el autoritarismo, disminuyendo las libertades y derechos sociales. Suprimen la libertad de prensa y los derechos de las mujeres, quienes se dividen en castas. En la trama se promueve el miedo y la sospecha entre ellas. La “criada” es una mujer que se considera un objeto, cuyo valor está en sus ovarios, siendo un receptáculo necesario para alcanzar el nivel de nuevos nacimientos deseado en Gilead, velando por mantener el modelo de sociedad impuesto.
El nombre de criada de la protagonista, Defred, es un compuesto que indica de quién es propiedad: De-Fred (Fred es el nombre propio del comandante que la posee). Cabe resaltar que, pese a que el comandante cambie a su criada, esta seguirá llamándose del mismo modo. Así ocurre con su compañera de compras, que recibe el nombre de Deglen, De-Glen, y las demás criadas. Defred, como todas las criadas, también está obligada a mantener relaciones sexuales con su comandante, y la esposa de este debe sujetarla. Este ritual (conocido por ser una violación) recibe el nombre de La Ceremonia. Otros rituales incluyen el asesinato de criadas que no consiguen concebir antes de seis años, o de cualquier mujer, cocinera y limpiadora que no cumpla con las estrictas normas sociales. Los hombres pobres pueden poseer a una mujer como esposa, mientras que los más poderosos tienen limpiadora, cocinera, vientre gestante y esposa cuidadora del marido, además de los hijos que él conciba con la gestante.
La historia de Defred se desenvuelve alrededor de sus memorias, tornando entre los hechos ocurridos desde su captura, hasta su presente en la temática. Entre ellos están los recuerdos donde intentó cruzar la frontera hacia Canadá para escapar de todo lo que estaba sucediendo en Gilead; a personas, como su antigua amiga Moira; a la hija que tuvo, o a su marido Luke.
En un momento dado, Defred consigue establecer una relación “amistosa” con su comandante; aunque ella le odia, él se permite caprichos especiales con ella, algunos vejatorios y otros que él considera privilegios, como dejarla leer (prohibido en Gilead).
Sinopsis de la editorial:
Amparándose en la coartada del terrorismo islámico, unos políticos teócratas se hacen con el poder y, como primera medida, suprimen la libertad de prensa y los derechos de las mujeres. Esta trama, inquietante y oscura, que bien podría encontrarse en cualquier obra actual, pertenece en realidad a esta novela escrita por Margaret Atwood a principios de los ochenta, en la que la afamada autora canadiense anticipó con llamativa premonición una amenaza latente en el mundo de hoy.
En la República de Gilead, el cuerpo de Defred sólo sirve para procrear, tal como imponen las férreas normas establecidas por la dictadura puritana que domina el país. Si Defred se rebela —o si, aceptando colaborar a regañadientes, no es capaz de concebir— le espera la muerte en ejecución pública o el destierro a unas Colonias en las que sucumbirá a la polución de los residuos tóxicos. Así, el régimen controla con mano de hierro hasta los más ínfimos detalles de la vida de las mujeres: su alimentación, su indumentaria, incluso su actividad sexual. Pero nadie, ni siquiera un gobierno despótico parapetado tras el supuesto mandato de un dios todopoderoso, puede gobernar el pensamiento de una persona. Y mucho menos su deseo.
Los peligros inherentes a mezclar religión y política; el empeño de todo poder absoluto en someter a las mujeres como paso conducente a sojuzgar a toda la población; la fuerza incontenible del deseo como elemento transgresor: son tan sólo una muestra de los temas que aborda este relato desgarrador, aderezado con el sutil sarcasmo que constituye la seña de identidad de Margaret Atwood. Una escritora universal que, con el paso del tiempo, no deja de asombrarnos con la lucidez de sus ideas y la potencia de su prosa.
En 2018, Atwood anunció la publicación de la segunda parte de la novela, titulada Los testamentos, la cual narra la historia de tres mujeres y cuenta cómo se encuentra el país Gilead, quince años después de la acción de El cuento de la criada.
Lee y disfruta de las primeras páginas de la novela.
La autora:
Margaret Atwood (Ottawa, 1939) es una de las escritoras canadienses de mayor renombre internacional. Autora prolífica, ha cultivado diversos géneros literarios y su obra ha sido traducida a más de cuarenta idiomas. Entre sus novelas destacan, además de Alias Grace (Salamandra, 2017), El cuento de la criada (Salamandra, 2017) y Ojo de gato, finalistas del Premio Booker, un galardón que obtuvo con El asesino ciego, su décima novela. En Salamandra ha publicado también Por último, el corazón (2016). Ha recibido asimismo el Governor General’s Award, la Orden de las Artes y las Letras, el Premio Montale, el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, el Premio Nelly Sachs, el Premio Giller, el National Arts Club Literary Award, el Premio Internacional Franz Kafka y el Premio de la Paz del Gremio de los Libreros Alemanes.
El libro:
El cuento de la criada (título original: The Handmaid’s Tale, 1985) ha sido publicado por la Editorial Salamandra en su Colección Narrativa. Traducción del inglés de Elsa Mateo Blanco. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 412 páginas.
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
Como complemento pongo el vídeo del trailer oficial de la primera temporada.
Para saber más:
http://margaretatwood.ca/