El cuento de la criada
Margaret Atwood
Salamandra
430 páginas
19€
Nota: Ha sido adaptada a la pequeña pantalla como serie.
Puntuación: 5 / 10
Sinopsis:
Amparándose en la coartada del terrorismo islámico, unos políticos teócratas se hacen con el poder y, como primera medida, suprimen la libertad de prensa y los derechos de las mujeres.
En la República de Gilead, el cuerpo de Defred sólo sirve para procrear, tal como imponen las férreas normas establecidas por la dictadura puritana que domina el país. Si Defred se rebela —o si, aceptando colaborar a regañadientes, no es capaz de concebir— le espera la muerte en ejecución pública o el destierro a unas Colonias en las que sucumbirá a la polución de los residuos tóxicos. Así, el régimen controla con mano de hierro hasta los más ínfimos detalles de la vida de las mujeres: su alimentación, su indumentaria, incluso su actividad sexual. Pero nadie, ni siquiera un gobierno despótico parapetado tras el supuesto mandato de un dios todopoderoso, puede gobernar el pensamiento de una persona. Y mucho menos su deseo.
Opinión:
No conocía este libro, pero de tanto verlo por las redes sociales decidí leerlo. Decían que era una distopía donde las mujeres estaban completamente subyugadas y que entroncaba directamente con el tema tan candente actualmente de los vientres de alquiler. Me pareció interesante y no me lo pensé.
¿Me ha gustado? Ni sí, ni no, ni todo lo contrario.
Por una parte me ha aburrido bastante tirando a mucho, por otra, lo que cuenta es horroroso como poco. Es una historia muy intimista, es contada por una de esas mujeres que van de rojo porque han sido seleccionadas para procrear, por lo que personalmente creo que hay demasiada moralla. Como ella se tira horas muertas en su habitación y para distraerse se fija en los detalles más insignificantes de cada mueble o pared, pues te lo cuenta. Cuando se aburre de eso se va a la incidencia del sol ese día en las cortinas de su dormitorio, al detalle. Divaga hasta el hartazgo y no solo en temas importantes, repito, de cosas que para mí no aportan nada a la historia, no me importan una mierda y por lo tanto hacían que su lectura fuese lenta, aburrida, y tal y como dije en twitter, me hizo pensar más de una vez en abandonar su lectura.
Si dividimos la novela podemos hacerlo con el típico inicio, nudo y desenlace, ¿no? Pues bien, las dos primeras partes son lentas, mucho, sobre todo la primera. Ya en el nudo hay capítulos y partes muy buenas donde quedas trastocada por lo que lees, incluso te duele; pero son partes concretas que luego pegan el bajón de turno para mostrar la vida (o inexistencia) de la protagonista, ya que no es dueña de su cuerpo, de sus decisiones, de sus pensamientos, de sus ideas, de nada. Es brutal pensar que algo así bien podría pasar, porque sí, podría, tristemente es posible.
Tarda mucho en arrancar aunque ya desde la primera línea la autora ponga a la protagonista ya como dama roja y solo mediante recuerdos sepamos cómo se llegó a eso. Solamente en la parte del desenlace tenemos una mayor concentración de lo vulgarmente llamado chicha. Más gente metida de por medio, más represión, más violentar las normas, más esperanza, más de todo. Nunca he entendido el concentrarlo todo al final dejando el resto del libro cojo. Puede ser esa parte muy buena, pero para saborearla tienes que tragar páginas, páginas y más páginas de nada, de aburrimiento.
Pero chiquilla, ¡entonces no te ha gustado nada! No. Vamos a ver, la forma de exponer la historia y la distribución de lo que ocurre es lo que me hizo la lectura lenta y aburrida, ya digo que hasta pensé en abandonar su lectura, pero lo que es la verdadera historia, los sucesos, el ambiente... Impresiona, y no solo eso, en ocasiones da auténtico miedo. Solo de leerlo, de imaginar aunque fuese por encima que eso podría ocurrir, se me ponían los pelos de punta. Aunque para ser sincera, lo que daba pavor no fue el imaginarlo sino saber que puede ocurrir, que no es imposible llegar a ese punto.
Sobre el final. No es un final en sí, tipo novela juvenil donde se acaba con el régimen y blah blah blah, pero es que tampoco va de eso ni es lo que quiere. Pero es MUY bueno porque muestra cómo el resto (los de otro tiempo u otro lugar respecto a donde pasan esas cosas) se ven a salvo de eso, piensan que jamás les pasaría y lo muy equivocados que están. En los detalles está la verdad, lo importante, y sus comentarios y socarronerías son las mismas con la que en su momento empezó todo ese movimiento inquisitorial que le tocó vivir a la protagonista. Nunca estamos a salvo, tal y como mucha gente dice: Ni un paso atrás. Ni feminazis ni hostias, lo ganado (poco o mucho) se puede perder en cualquier momento.
Eso es lo me ha transmitido la autora con su historia.
¿Lo recomiendo? No me ha gustado mucho no os voy a mentir, así que recomendarlo como algo maravilloso pues no, pero reconozco que el tema es bueno y es necesario concienciar. No sé, hay más libros que tratan el tema, si hay alguno con mejores opiniones, ese, sino pues siempre quedará este con su adaptación como serie. Según me han comentado, la serie es mejor que el libro. Es más bestia, impacta mucho más.