Revista Salud y Bienestar

El daltónico adaptado

Por Opticaporlacara @opticaporlacara

Hola, me llamo Juan Carlos y soy daltónico. Esta forma de presentarme bien podría servirme si existieran los “daltónicos anónimos”, aunque bueno, de momento no hay nada parecido (¡tiempo al tiempo!)

Bromas aparte, he escrito este post para buscar una respuesta a la mítica pregunta que hace la mayoría cuando se entera que el que tiene delante es daltónico.

Y tú, ¿cómo ves los colores? nos dicen… o: ¿tú de qué color ves esto?

Las preguntas ya os adelanto que se las traen, pero dado que estudio óptica y optometría y soy daltónico (como ya conté en este post), creo que soy uno de los más indicados para escribir estas líneas. Además, por tales motivos, son preguntas que escucho a menudo y que yo mismo me he hecho varias veces, sin llegar a sacar conclusiones del todo convincentes.

Me explico: aun habiendo estudiado el tema en la Universidad, con los profesores más entendidos en la materia, y por más que intento hacerme una idea de como de distinto veo yo los colores comparado con alguien que tenga una visión del color normal, no logro encontrar una respuesta exacta.  Es complejo, subjetivo, y uno se “formula” varias teorías.

A modo de repaso, conviene recordar en la retina hay tres tipos de conos (células sensibles al color): un tipo para el color azul, otro para el verde y otro para el rojo. Cuando una persona padece daltonismo (discromatopsia, en el argot), y dependiendo del tipo, se ven afectados uno de los tres tipos de conos, o incluso los tres, aunque esto es muy poco común. Lo más normal, y es a lo que me referiré aquí, es que se vean alterados los conos sensible al rojo o al verde.

[*Para una explicación más detallada, haz click aquí]

En mi caso, tras realizar las correspondientes pruebas cromáticas, resulté ser “ciego al color verde”, o lo que es lo mismo, deuteranope. Es decir, dado que, en mi caso, el cono para el color verde está defectuoso, la mezcla para el verde se forma a partir de los otros dos conos (azul y rojo). Esto nos lleva a suponer que mi verde no es como el verde que ve alguien con visión del color normal. Es un verde “a nuestra manera”, aunque para mí es verde, al fin y al cabo.

Por cierto, ¡No vemos el cielo ni el campo de color rojo! como se piensa más de uno…

 

Ishihara 74-21

Test de Ishihara, una de las pruebas cromáticas más usadas en clínica

 

Dicho esto, una de las “teorías” en las que me baso a la hora de hablar del tema es la de la adaptación, de ahí el título del post.

Es sencillo. Cuando somos pequeños, nuestros padres nos enseñan los colores señalándonos objetos (“esto es rojo, esto es verde. etc.”). Si nuestros padres nos señalan algo y nos dicen “esto es verde”, realmente no importa si no vemos el mismo color que ellos, nosotros empezaremos a llamar verde al color que vemos, teniendo así una referencia para el futuro. No nos importa si ese verde o ese rojo no es el “auténtico”, a nosotros nos vale. Y pregunto yo, ¿cuál es el rojo o el verde verdadero acaso?

Es por este motivo que mi verde, tu verde o el verde del vecino no necesariamente es el mismo color, todo depende del observador. Si le llamamos verde es porque alguien nos dijo en su día que “eso es verde”.

Estas referencias aprendidas nos deberían valer, por ejemplo, para no confundir el rojo y el verde pero hay muchos daltónicos que los confunden (o así lo manifiestan ellos), cosa que a mi concretamente no me pasa. Eso sí, el problema principal viene a la hora de discriminar entre tonos, siendo este el motivo por lo que no vemos los números en el test de Ishihara que puse arriba.

Ahora ya te puedes imaginar que es casi imposible responder a las preguntas iniciales. Yo veo algo y tú ves otra cosa. Ni yo puedo ver como tú ves, ni tú puedes ver como yo veo…

Resumiendo, el color es subjetivo y cómo lo ve cada uno es un misterio para los demás.

 

Me despido con este gráfico, para que os pongáis en mi lugar:

 

grafico daltonismo cachondeo

 

Espero no haberos liado mucho. Si no os ha quedado muy claro o tenéis alguna pregunta, me apunto a seguir el debate en los comentarios, que el tema da para mucho.

¡Un saludo!

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