Siguiendo los pasos de Herzog y Scorsese, Wim Wenders se sube también al tren del 3D con un maravilloso documental nominado al Oscar sobre la famosa coreógrafa alemana Pina Bausch. La magia de los gestos y los movimientos inventados por Pina son excelentemente magnificados gracias a la tecnología tridimensional. Una auténtica delicia que además de habernos enseñado en la gran pantalla la verdadera utilidad del 3D, nos demuestra en la pequeña la verdadera esencia de la danza contemporánea. No queda otra, todos a bailar con el documental de la semana.
¿De qué va?
Wenders rinde un homenaje a la prestigiosa coreógrafa Pina Bausch, fallecida hace dos años, a través de una obra de gran formato en la que se reproducen algunos de los grandes movimientos creados por la artista.
¿Quién está detrás?
Wim Wenders en plan bailarín. "Pina" iba a ser un proyecto común entre la creadora del Tanztheater Wuppertaler y el director alemán; sin embargo, tras su repentino fallecimiento, el proyecto se convirtió en un (glorioso) homenaje de la compañía de danza a la obra de Bausch.
¿Quién sale?
Pina Bausch y los bailarines de su compañía.
¿Qué es?
Danza contemporánea + 3D + Pipilotti Rist.
¿Qué ofrece?
Lo que en un principio no promete los créditos de su hermoso tráiler: "Un documental de Wim Wenders para Pina Bausch", o lo que es lo mismo, un apabullante espectáculo que todo amante de la danza debe ver. Es al cine documental lo que fue "Avatar" al comercial, la razón de ser de las tres dimensiones pero igualmente disfrutable en formato bidimensional. La única decisión cuestionable de Wenders es la de llevar al exterior algunas coreografías. ¿Danza contemporánea frente a una piscina pública? ¿un parque en primavera? ¿escaleras mecánicas? Notas disonantes para una melodía casi perfecta. Danzad, danzad, o estaréis perdidos.