Autora: Dra. Marianela Castellanos Suárez.
El dolor más que cualquier otro síntoma, hace que el hombre sienta la imperiosa necesidad de consultar a su médico, de tal forma que alrededor del 70 % de las consultas que se ofrecen en los hospitales son por esta causa siendo el dolor lumbar sin lugar a dudas uno de los más incapacitantes para el paciente y el más problemático para el médico en lo que a etiología, diagnóstico y tratamiento se refieren, es considerado un problema serio de salud y constituye a su vez causa de baja laboral temporal en un gran número de personas en el mundo e impone tensiones emocionales, físicas y económicas sobre el paciente y la comunidad, por lo que las acciones de salud dirigidas al alivio del dolor requieren un enfoque multi e interdisciplinario.
Los padecimientos lumbares son muy frecuentes en el hombre, el paso de cuadrúpedo a la posición bípeda ha exigido y conllevado una serie de adaptaciones anatomo funcionales que todavía no han llegado a su plenitud y perfección y con las nuevas condiciones biomecánicas de una región que no estaba preparada para soportar pesos ha dado lugar a que el 80 % de la población haya padecido de lumbalgias en algún momento de su vida. El mero hecho de estar de pie hace que ejerzamos sobre las vértebras lumbares una presión equivalente a 45 kg.La lumbalgia no es un diagnóstico ni una enfermedad, puede considerarse un síndrome que se caracteriza por la presencia de dolor en la región vertebral o paravertebral lumbar y se acompaña frecuentemente de dolor irradiado o referido. La gran mayoría de los episodios son benignos, no incapacitantes y autolimitados.
Hult en 1954 en Suecia realizó el primer estudio sobre frecuencia de dolor lumbar, donde el 64 % de los pacientes oscilaban entre 25-59 años. Hisch estudió una población entre 45-54 años con un 75% de frecuencia.Nagi en Estados Unidos presentó en su estudio que la frecuencia de dolor lumbar representaba el 80% entre los 18-64 años de edad. En 1993 Moens y cols en un estudio de población reportaron que en el año anterior el 72% del estudio tenían dolor lumbar con cuadro severo en el 82 %. Natvig en 1994 reportó un 53% de dolor lumbar predominando en el sexo femenino entre 50-70 años. En el hospital general de México se realizó un estudio retrospectivo durante 5 años donde el 14,58 % presentaban dolor de columna y del total el 12,27% manifestaban dolor lumbar predominando en el sexo femenino. Se calcula que 7 millones de españoles padecen dolores en la región baja de la espalda que están desencadenados por posturas, movimientos y esfuerzos inadecuados, representando el 54,8% de las jornadas laborales perdidas y el 5% de las incapacidades laborales con una prevalencia de 74,7%.
Se considera la enfermedad más costosa entre los 30-60 años y la incidencia anual es de 50 x 1000 trabajadores con una pérdida de 100 días de trabajo por cada 1000 trabajadores americanos. El 10-20% de la población de los EE.UU. presenta dolor de espalda cada año, y el 70% de la población a lo largo de su vida adulta desarrollará dolor lumbar. De acuerdo con la Arthritis Foundation, el 40% de las visitas a los neurocirujanos y ortopedas se debe a esta causa.
Los costos por lumbalgia en los EUA alcanzan 75-100 billones de dólares por año con pérdida laboral de 10 millones de días por año, con una incapacidad promedio de 36 días y el 29 % de la población suspende sus funciones por esta causa. Respecto a la edad, el pico de afección se sitúa entre los 25 y los 45 años, es decir, en el rango de población activa y en el sexo femenino.Se puede hablar de una epidemia de invalidez por lumbalgias, en parte atribuible a su medicalización, al uso de recursos diagnósticos y terapéuticos innecesarios que cronifican la enfermedad y modifican su evolución natural. Se ha demostrado que muchos pacientes con lumbalgia reciben un tratamiento inapropiado o innecesario. Lo confirman las variaciones regionales en cuanto a intervenciones quirúrgicas y hospitalización, relacionadas en buena medida con el uso de técnicas de imagen. Dichas intervenciones innecesarias, diagnósticas y terapéuticas, no mejoran la sintomatología y pueden empeorarla y contribuir a su cronificación posterior.
En la medicina actual no existe otro tema tan discutido como el diagnóstico y tratamiento del dolor bajo de espalda. Algunos autores plantean que del 10-15% de los pacientes no tienen precisadas las causas. La lumbalgia mecánica constituye el 90% de las lumbalgias. El 90-95% de las lumbalgias remiten en 1-2 meses; el 5-10% restante, aquellas que se cronifican, son las responsables del 85-90% del gasto total originado por esta patología. La incapacidad no está relacionada con la severidad o duración del dolor inicial. El pronóstico funcional es peor cuanto mayor sea el tiempo que el paciente tarda en incorporarse a su vida normal.
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