Muchos estudios resaltan las virtudes del ejercicio físico regular, incluso como medio de prevención contra la posibilidad de sufrir un cáncer de mama, tal como lo indica un estudio de la Universidad de Carolina del Norte (EE UU).
La investigación destaca por un lado que el beneficio se ha hallado en todo tipo de ejercicio y actividad física, sea caminar, correr o moverse, y que no por ser un ejercicio de mayor intensidad sus beneficios son también mayores.
Posteriormente, tras valorar factores como el peso y la forma del cuerpo, observaron que las mujeres que habían aumentado de peso (especialmente tras la menopausia) tenían más probabilidades de desarrollar un cáncer de mama. Por lo que el estudio deduce que los efectos beneficiosos del ejercicio sobre el riesgo de este tipo de cáncer pueden desaparecer si la mujer gana peso de manera significativa.