Revista Cultura y Ocio

El elefante desaparece. Haruki Murakami

Por Mientrasleo @MientrasleoS
El elefante desaparece. Haruki Murakami
     "Estoy en la cocina preparando unos espaguetis cuando llama la mujer. Apenas falta un minuto para que estén cocidos y ahí me encuentro yo, silbando el preludio de La gazza ladra de Rossini que suena en la radio. Una música perfecta para preparar un plato de pasta."
     Murakami es uno de esos autores que se han ido abriendo hueco en el mundo literario hasta situarse en todas las librerías, la mayoría de las casas y en un montón de revistas especializadas. No es de extrañar que cada nuevo título suyo nos llame la atención, al menos a mi. Hoy traigo a mi estantería virtual. El elefante desaparece.
     En esta ocasión Tusquets nos trae un libro que recopila diecisiete relatos de Murakami, abriendo el libro El pájaro que da cuerda y las mujeres del martes y cerrándolo el que da título al volumen completo.
     Como siempre digo, comentar un libro de relatos es bastante más complicado que hablar de una novela. Sobre todo si, como es el caso, son relatos cortos que corren el peligro de quedar expuestos totalmente a un análisis. Salvo si el autor es Murakami, en cuyo caso un análisis podría ser contraproducente, ya que sus realidades imposibles arropadas con un Japón occidentalizado y vestidas de una prosa musical y característica, son las señas de la mano del autor. Y es precisamente en estas realidades imposibles en las que se asientan los relatos de este volumen en el que todos los protagonistas parecen aceptar como normal lo que al lector desconcierta durante su lectura.
     Ya en el primer relato, germen de lo que sería Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, Murakami, que comienza hablando de espaguetti (y algún lector empedernido del autor se sonreirá en este momento) nos deja confiarnos con la respuesta ante unas extrañas llamadas de teléfono al protagonista, para luego enviarle a una improbable situación tras un gato sin dejarle perder la compostura. Pero así es Murakami, y nos presentará enanos fascinantes, obsesiones con canguros y lo acompañará con cerveza, música y comida a lo largo de sus títulos hasta llegar a ese elefante que desparece de un recinto de una forma más que improbable.
     Como curiosidad, decir que además de ese germen de lo que sería luego una novela, he echado de menos el relato que cuenta el primer asalto a la panadería y que puede buscarse en otros idiomas, ya que aquí nos encontramos con El segundo asalto a la panadería. Algunos de sus cuentos han sido publicados, como precisamente este segundo asalto, que lo publicó libros El Zorro Rojo bajo el título Asalto a las panaderías en un volumen con unas preciosas ilustraciones. Además tengo que decir que es uno de los relatos que me han gustado más, y que habla de cómo una decisión puede pesar, del vacío que se llega a sentir y que es como un agujero, tal vez en el estómago provocando una sensación similar al hambre, y que no podemos llenar por mucho que comamos porque es el hambre de la conciencia el que necesita ser saciado.
     Esta vez me ha costado un poco más la lectura de Murakami, no sólo porque ante un recopilatorio con tanto cuento, es imposible que no haya unos mejores que otros, sino porque me ha costado encontrar un nexo común a todos ellos, salvo tal vez ese perder pie de los personajes y que se traduce en muchos relatos en una impasibilidad que descoloca durante la lectura. Con todo, y como siempre, se disfruta de su prosa, de ese Japón cercano a nuestras calles que se mezcla a la perfección con las tramas y con costumbres que nos resultan ajenas y se nos relatan cotidianas.
     Y vosotros, ¿soís de los que han sucumbido a las letras de Haruki Murakami?
     Gracias

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