Revista Cultura y Ocio

El Estado cloaca y la Generalitat muladar

Publicado el 28 noviembre 2012 por Joaquim

El Estado cloaca y la Generalitat muladar
Un juez de Sabadell y los Mossos d'Esquadra se están llevando por delante al PSC: 50 registros en empresas e instituciones, 15 en domicilios particulares, imputados los alcaldes de Sabadell y Montcada y el secretario de Organización del partido, por ahora. Todo en un solo día, oigan.
Hay que ver la justicia y la policía catalanas cuando se ponen a trabajar. Lástima que en los casos que afectan al nacionalismo catalán conservador, que por cierto son legión y salpican a sus máximos niveles y personalidades, una y otra resulten tan extraordinariamente lentos y en ocasiones, olvidadizos. 
La verdad es que tanta eficacia y celeridad judicial y policial justo después del fracaso convergente en las autonómicas suenan raras, máxime cuando como digo el caso Palau está varado en dique seco desde hace años y el turbio asunto de las cuentas suizas olvidado, aunque sea cosa probada que en 2010 el juez Santiago Pedraz archivó un procedimiento judicial contra el padre de Artur Mas por fallecimiento del encausado, procedimiento abierto en su día debido a que el tal señor tenía cuentas en paraísos fiscales europeos por importe de dos millones y medio de euros; cuentas en las que figuraba como "beneficiario" el señor Artur Mas entre 1997-2002, mientras ejercía como conseller de Economía de la Generalitat catalana.  
Lo más curioso del caso que ocupa hoy las portadas de la prensa catalana es que el operativo comenzara minutos después -repito: minutos- de que Pere Navarro, Primer Secretario del PSC anunciara públicamente que su partido ni figurará en el próximo Gobierno catalán, ni le dará apoyo parlamentario ni facilitará la investidura del señor Artur Mas. Dicen "medios judiciales" sin concretar que el operativo estaba listo para el mes de octubre "pero no se quiso interferir en la campaña electoral". Qué consideradas, sus señorias. No son pocos, el periodista Carles Francino entre ellos, quienes se preguntan legítimamente si el rayo de la justicia habría fulminado igualmente al PSC caso de que Navarro hubiera aceptado alguna forma de colaboración con el futuro Gobierno catalán que presidirá Artur Mas.
Desconozco obviamente si esta gente a la que están empapelando hoy son o no culpables. Manuel Bustos es un personaje que me produce repulsión. Un tipo representativo de esa caterva de caciques municipales que en los últimos años ha tomado por asalto las listas electorales locales del PSC, cuando los ayuntamientos eran el único patrimonio político de un partido que siempre tuvo a gala la gestión limpia y progresista de sus munícipes. Resulta que en los últimos años como digo, proliferan los alcaldes como Bartomeu Muñoz en Santa Coloma o Manuel Bustos en Sabadell: gente que a pesar de suponerse que son socialistas están estupendamente conectados con los intereses de los gánsters del ladrillo, también llamados "constructores inmobiliarios", de sus respectivas ciudades, al punto de que el tío del señor Bustos por ejemplo es el presidente de los constructores de Sabadell. Luego está el asunto del nepotismo, esa costumbre de llenar los cargos que de algún modo dependen de uno con parientes de fidelidad probada a la mano que les da de comer. Así, el señor Bustos tenía colocados en Sabadell a un hermano como concejal "fuerte" y a su señora esposa como jefaza en la estructura municipal. De vergüenza ajena, obviamente.
En el paquete de imputados alguien ha decidido meter a Daniel Fernández, secretario de Organización del PSC y hombre de confianza de Chacón en Catalunya.  A Daniel Fernández le imputa el juez porque al parecer los Mossos d'Esquadra tienen la grabación de una llamada telefónica suya a la también imputada alcaldesa de Montcada, en la que Fernández le recomienda la contratación de una amiga suya. Ciertamente el asunto no tiene nada que ver con la trama de Sabadell, pero el efecto se ha logrado perfectamente: hoy toda la prensa relaciona al secretario de Organización del PSC con esa presunta trama. Es más, ayer corrió por redacciones e Internet el bulo (¿quién lo lanzó?) de que la policía autonómica había entrado a saco en la sede del PSC y que se estaban incautando de la documentación del partido. Absolutamente falso, simplemente dos Mossos d'Esquadra se presentaron en el despacho de Fernández para hacerle saber que en breve se le notificaría que está imputado en un procedimiento por "tráfico de influencias".
Lo curioso es que el elemento que dirige a estos policías abrasados en este caso por el celo de la lucha anticorrupción, el señor Felip Puig, sabe un rato largo de "tráfico de influencias". No por nada el actual conseller de Interior de la Generalitat de Catalunya tiene enchufado en la Generalitat de Catalunya a su hermano Oriol Puig como director del Servicio de Meteorología (El País, 15-2-2011), y tuvo a su cuñada en el Gabinete Jurídico de la Generalitat, donde fue contratada tras un concurso diseñado a medida a pesar de carecer de titulación y experiencia para el cargo (Cadena Ser, 4 de abril de 2012), por lo que al saltar el escándalo tuvo que ser destituida al abrirse una investigación judicial sobre su digamos "irregular" contratación.
Por no hablar del famoso borrador presentado en rueda de prensa por el secretario general del SUP, el principal sindicato policial español, basado en cuatro informes que figuran en el sumario del caso Palau y que apunta directamente a la familia Pujol como titulares de cuentas en Suiza. Y en fin, ahí sigue embarrancado el mismo caso Palau, con decenas de millones de euros poco presuntamente trasvasados al partido de esta gente, CDC, al que el desganado juez ha impuesto finalmente una fianza de tres millones y pico de euros. Y la macrored de evasión de capitales liderada por Alavedra y Prenafeta, personajes del círculo más íntimo político y personal de Jordi Pujol. Y Oriol Pujol Ferrusola, al que Hacienda vincula con el amaño de concursos públicos para adjudicar estaciones ITV (El País, 26 de julio de 2012), según grabaciones telefónicas que le señalan como “el hombre encargado de aportar la influencia política” y de realizar “los movimientos oportunos” para “beneficiar” el proyecto de los empresarios involucrados". Y tantos casos cerrados en falso: Loterías de Catalunya, Casinos... y desde luego, la madre de todas las estafas bancarias: Banca Catalana.
En fin que ya ven: si el Estado español "es una cloaca", como han repetido sin empacho alguno en sus mitines los dirigentes de la derecha nacionalista catalana a lo largo y ancho de la última campaña electoral, no parece menos cierto que la Generalitat catalana es un verdadero muladar, donde comen sin hartarse una bandada de buitres que dejan en pañales cualquier competencia en ese ejercicio.

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