EMPIEZA LA BATALLA INTERMINABLE
Un joven da los primeros pasos para convertirse en Superman
El poder es lo que ha hecho que el veinteañero Clark Kent esté solo.
El poder es lo que ha hecho que la gente tema a este forastero de otro planeta.El poder es lo que busca el Parásito.¡El poder será la perdición de todo el mundo!Este Hombre de Acero emergente se enfrenta a su primera amenaza real contra un ser retorcido que puede apropiarse de sus poderes. El héroe nunca ha tenido tan claro lo vulnerables que son realmente los humanos hasta que se ve forzado a ser uno de ellos. Pero su auténtica debilidad tiene la forma de una nueva mujer que pondrá su mundo patas arriba. En este segundo volumen de Superman: Tierra Uno, el guionista J. Michael Straczynski y el dibujante Shane Davis regresan con nuevas aventuras del último hijo de Krypton, desvelando que incluso un corazón kryptoniano se puede romper.
Porque Stracynski es siempreuna lectura apasionante
Me gusta Stracynski. Eso es así desde que le leí en Spiderman y me regaló un “nuevo inicio” de uno de mis personajes de cómic favoritos. Quizá por eso elegí este “Superman. Tierra Uno” como última lectura de 2015, porque sabía que me iba a divertir e iba a encontrar cosas nuevas en un personaje que parece abocado a ser siempre parecido en todo lo que hace… y, efectivamente, encontré muchas cosas nuevas, lo pasé estupendamente y me quedé con ganas de leer mucho más este Superman (o cualquiera de ellos) en 2016.
Ya había leído hace tiempo el primer volumen de esta serie y me había dejado con muy buen sabor de boca, pero este nuevo tomo me ha parecido aún más atrayente y emocionante. Resulta que aquí, en esta historia alternativa, Superman es un joven de apenas 20 años que llega nuevo a la ciudad, es un chaval que siempre ha procurado ocultarse, pasar desapercibido, no dejarse ver por nadie… y, de repente, se encuentra solo en una gran ciudad, a la búsqueda de un trabajo y con unos poderes que cada vez explota mejor… aunque sea aún muy inexperto en el “trabajo superheroico” (casi tanto como en el periodístico).
Me ha gustado porque esta historia nos muestra un Clark inseguro de sí mismo y de su capacidad como héroe. Un joven con todo el mundo en sus manos que no sabe cómo afrontar una vida que se le hace difícil y solitaria. Un chaval que ayudando, en ocasiones, se crea enemigos o que se encuentra ante enemigos tan crueles que tendría ganas de matarlos, aunque moral y éticamente no pueda hacerlo. Un héroe incompleto e inexperto que va haciéndose cada vez más adulto y más serie, pero sin perder ese toque juvenil tan atrayente y divertido. Fijaos si es joven que no sabe si podrá tener o no relaciones sexuales alguna vez en la vida (por temor a lo que, físicamente, pudiese ocurrir) y que fuera de Smallville no sabe cómo desenvolverse por completo.
Y en medio del primer gran enemigo de este Superman, historias corrientes, problemas del día a día y enormes peligros para las personas que no se solucionan pegando puñetazos o derribando paredes. Me gusta también ese aire de formidable peligro que adquiere Superman cuando pretende amedrentar a según qué personas y los ligeros detalles de justiciero puro y duro que deja ver este tomo.
La gran historia a la que se enfrenta Clark Kent en este tomo no es lo más interesante de este tomo, qué va, es lo que pasa alrededor del personaje, sus dudas, sus enfrentamientos morales consigo mismo y las penurias que ocurren a su alrededor y con las que apenas puede combatir, la humanidad de un personaje que no es humano…
Y qué os cuento del dibujo de Shane Davis, pues que es una pasada y que me ha encantado, especialmente en aquellas viñetas en las que Superman deja de serlo para convertirse en un enemigo realmente impresionante o en las que es simplemente un jovencísimo Clark Kent que busca su rincón en el mundo.
Un tomo y una serie muy recomendables, la verdad.
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