Para los empleados de la Ópera de París, la existencia del Fantasma es un hecho. Lo que para la policía es el suicidio de uno de los tramoyistas del teatro, desembocará en una serie de accidentes y muertes sin motivo aparente, y en una espectacular desaparición en pleno escenario: la de la joven cantante Christine Daaé, que recibe clases del Fantasma. La inocente muchacha le considera el Ángel de la Música, hasta que descubre su verdadero rostro… En su bajada a los infiernos, ella no sabe que contará con la ayuda de Raoul, el joven vizconde enamorado de ella desde la infancia, y de un misterioso personaje, el Persa, que intentarán liberarla de los lazos que la atan al Fantasma. A través de un tenebroso y cruel personaje, Erik, atormentado por la deformidad de su rostro y su pasión por la belleza, y de los recovecos de la Ópera de París, Gastón Leroux nos introduce en ese desconocido mundo del otro lado del telón.
Todos en algún momento hemos oído hablar de la historia de El Fantasma de la Ópera gracias al musical de culto compuesto por Andrew Lloyd Webber. Sin embargo, es aquí donde todo comenzó, con la publicación de la obra maestra que inspiró el musical, la novela original de Gastón Leroux. La máscara, la música, el misterio y el genio deformado que sólo quiere amor.
Leer esta novela es una experiencia fascinante. Escrita con un lenguaje exuberantemente evocador, está llena de horror atmosférico y misterio gótico. Aunque Christine y Raoul son el héroe y la heroína del libro, la joya de la corona es Erik: el genio solo, arrogante y atormentado. Un hombre elegante y brillante que tiene mucho que ofrecer al mundo con su talento y habilidades, pero que se ve obligado a vivir como un animal aislado por la deformidad de su rostro, lejos de las miradas indiscretas de los demás. El autor no permite que nos hagamos una idea clara del fantasma, pero nos da la oportunidad de ser investigadores para predecir su carácter. En el primer capítulo, Leroux nos ilustra sobre cómo el nombre del fantasma ya ha metido el miedo en las mentes de las personas; lo muestra como un asesino que se pasea en medio de la oscuridad y al que nadie ve, o más bien al que nadie quiere ver. Nos corresponde a nosotros los lectores predecir, o concluir, si el fantasma es un villano o un héroe.
Una de las cualidades más atractivas del libro es que el autor afirma que el fantasma realmente existió. Y cuando nos sumergimos entre sus páginas, la realidad se convierte en ilusión, y la delgada línea entre lo que es real y lo que es imaginado se convierte irremediablemente en algo borroso. Al final, no podemos por menos que preguntarnos si tal vez esta es una historia real, o por lo menos si Gastón Leroux realmente creía que lo era. Personalmente soy de la opinión de que es una historia real… ¿y vosotros?
Texto publicado el 18/10/2012COMENTARIOS