Revista Cultura y Ocio

El fantasma en el libro. Javier Calvo

Por Mientrasleo @MientrasleoS
El fantasma en el libro. Javier Calvo
     "Yo pienso que la invisibilidad es intrínseca a nuestra labor; no puede ser de otra forma. Aspiramos a desaparecer. Nuestra escritura es la única que intenta que nadie se fija en ella, que quiere ser literalmente invisible, algo en lo que la mente no se detenga en absoluto. Nuestro ideal es que nuestra traducción se lea 'como si no fuera una traducción'. Queremos no estar ahí. Incrustarnos tan adentro de la página que no se note que estamos. Somos camaleones paradógicos. Para desaparecer de la página, tenemos que llenarla".
     Los libros sobre libros están de moda, no así los ensayos o textos un poco más centrados que no lleven el soporte de una trama novelística. Sin embargo a mi me parecen interesantes todos ellos. Hoy traigo a mi estantería virtual, El fantasma en el libro.
     Dice Javier Calvo, autor de este libro y traductor de nombre ya conocido por muchos lectores, que le gusta pensar que los traductores son fantasmas, el reverso de un texto, el blanco de la página que llena el espacio entre las letras. Y con este libro pretende dar voz a los traductores, acercarlos un poco más a una población que los desconoce, lo cual resulta curioso ya que vivimos rodeados de traducciones: la película, música, internet en muchos textos, libros, folletos... y sin embargo, seguimos sin apenas reparar en ella y mucho menos en los nombres que están detrás de tanto trabajo. No solo hay unos actores de doblaje, alguien tuvo que traducir previamente el guión. Sí, ahora muchos libros incluyen el nombre del traductor, pero queda mucho camino por recorrer.
     Que nadie caiga en el error de pensar que es un libro meramente reivindicativo en el que se limita a señalar las protestas de un sector que parece haber perdido mucho desde que aquellos escritores famosos firmaban traducciones. De hecho, comienza incluso con la historia de la Septuaginta, la traducción al griego de la Biblia, algo que si se desconoce resulta sumamente interesante y, si no se desconoce, también debido a la explicación que da Javier Calvo referida al trabajo de traducción cuando este parecía otorgar un cierto status cultural en quien lo realizaba. De hecho, su mirada es tan hacia atrás en el tiempo para buscar estas épocas de gloria, que nos desplazamos a la Edad Media sin pestañear no sin antes haber pasado por griegos y romanos. La importancia del latín, las traducciones customizadas por traductores que se veían como personas destinadas a mejorar un texto ajeno: las bellas infieles. Medio libro salpicado de interesantes anécdotas antes de mirar al presente y al futuro. Un presente que, afirma, está dominado por la lengua inglesa. Un idioma dominante que exporta más de lo que importa y también por esos autores cuyo libro se convierte en BestSeller y que son traducidos inmediatamente a 20 o 40 idiomas.
Nos habla también de la parte interna, del trabajo de corrección, del exceso de literalidad o de la ausencia de la misma. Da pautas y permite al lector asomarse a este desconocido mundo en el que los localismos, las modas a la hora de hablar dependiendo del momento en que se escribiera el libro, son más importantes que la propia trama argumental.
      ¿Tiene parte de reivindicación? Por supuesto. Pero también tiene mucho de explicación. Me ha resultado interesante e ilustrativo saber un poco más sobre este mundo. Llegar hasta la época tecnológica, hasta el Google Translate, ver lo sucedido con fenómenos como  Potter o Canción de Hielo y Fuego, el fenómeno fan y las traducciones que uno encuentra en cuanto navega por internet. Y me he quedado con una idea que es u hecho en realidad: una gran parte de los traductores que se dedican a ello de forma profesional, también son escritores. Y es que la traducción, al menos la traducción de libros, ha de ser siempre literaria.
     El fantasma en el libro es una obra sumamente interesante salpicada de anécdotas y hechos desconocidos para muchos que hará disfrutar a los aficionados a la literatura. Además y puesto que no es largo y tampoco una suerte de tratado o compendio, resulta ágil en las manos del lector.
     Y vosotros, ¿os gusta adentraros en el mundo literario?
     Gracias.

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