Un golpe de calor es una emergencia y requiere tratamiento inmediato. Puesto que los perros no sudan (excepto en menor grado a través de las almohadillas de sus patas), no toleran temperaturas ambientales altas, como sí lo hacemos las personas. Los perros dependen del jadeo para intercambiar el aire caliente por el aire fresco, es decir, se refrigeran por la boca. Sin embargo, cuando la temperatura del aire está cerca de la temperatura corporal, el enfriamiento mediante el jadeo no es un proceso eficiente.
Causas de un golpe de calor
Las situaciones comunes en las que se pueden establecer las bases para un golpe de calor en los perros incluyen:
- El perro ha sido dejado en un coche cuando hace calor
- Hace ejercicio intensivo en climas cálidos y húmedos
- Es de una raza braquicéfala, especialmente el Bulldog, Pug o pequinés
- Sufre una enfermedad cardíaca o pulmonar que dificulta la respiración eficiente
- Tiene el bozal puesto mientras se le pone bajo un secador de pelo
- Sufre de fiebre alta o convulsiones
- Está aislado en superficies de hormigón o asfalto
- Está aislado en una zona sin sombra y agua fresca al alcance cuando hace calor
Cómo ocurre un golpe de calor
Un golpe de calor se inicia con fuertes jadeos y dificultad para respirar. Las membranas mucosas y la lengua se muestran de color rojo brillante. La saliva es espesa y consistente, y el perro a menudo vomita. La temperatura rectal se eleva a 40º C – 43,3º C. El perro se vuelve progresivamente inestable y sufre de diarrea con sangre. Según avanza el shock, los labios y las membranas mucosas se vuelven grises. El colapso, las convulsiones, el coma y la muerte sobrevienen rápidamente.
Tratamiento del golpe de calor
El mejor tratamiento para los golpes de calor es la prevención. Echa un vistazo a estos consejos de seguridad contra el calor en los perros.
Pero si por desgracia, ha ocurrido un golpe de calor, las medidas de emergencia para enfriar al perro deben comenzar de inmediato. Lleva al perro fuera de la fuente de calor, preferentemente en un edificio climatizado. Toma la temperatura rectal cada 10 minutos. Los casos leves se pueden resolver llevando al perro hacia un ambiente fresco.
Si la temperatura rectal está por encima de 40º C, actúa rápidamente y enfría al perro echándole agua con una manguera de jardín o sumergiéndolo en cubo o bañera de agua fría (no helada) durante un máximo de dos minutos. Alternativamente, coloca al perro mojado en frente de un ventilador eléctrico. Colocar paños fríos en la zona de las ingles puede ser útil, así como enjuagar sus patas con agua fría. Controla su temperatura rectal y continúa el proceso de enfriamiento hasta que la temperatura rectal caiga por debajo de 39º C. En este punto, detén el proceso de enfriamiento y seca al perro, ya que enfriarlo más puede producir hipotermia.
Después de un episodio de golpe de calor, lleva a tu perro a un veterinario tan pronto como sea posible. El golpe de calor puede estar asociado con un edema laríngeo. Esto agrava seriamente el problema de la respiración y puede requerir una traqueotomía de emergencia. Una inyección de cortisona antes de la aparición de la dificultad respiratoria puede evitar este problema.
Otras consecuencias de la hipertermia incluyen insuficiencia renal, sangrado espontáneo, latidos irregulares del corazón y convulsiones. Estas complicaciones pueden ocurrir horas o días más tarde.
Deshidratación
La deshidratación ocurre cuando un perro pierde fluidos corporales más rápido de lo que puede reemplazarlos. La deshidratación por lo general implica la pérdida de agua y electrolitos. Las causas más comunes de deshidratación en los perros son los vómitos y la diarrea. La deshidratación también puede ser causada por el consumo inadecuado de líquidos, a menudo asociado con la fiebre y cualquier enfermedad grave. Una pérdida rápida de fluidos también ocurre con un golpe de calor.
Una señal importante de deshidratación es la pérdida de elasticidad de la piel. En condiciones normales, si cogemos un trozo de piel de la espalda y tiramos hacia arriba, cuando soltamos, este “puñado” de piel debe volver a su lugar. En un animal deshidratado, la piel mantiene la forma arrugada, sin volver a su estado inicial.
Otro signo de deshidratación es la sequedad de la boca. Las encías, que deberían estar húmedas y brillantes, se secan y se vuelven pegajosas. La saliva es espesa y contundente. En un caso avanzado de deshidratación, los ojos están hundidos y el perro muestra signos de shock, incluyendo el colapso.
Tratamiento de la deshidratación en los perros
Un perro que está visiblemente deshidratado debe recibir atención veterinaria inmediata. Esta atención incluye la inyección de fluidos intravenosos para reponer líquidos y evitar más pérdidas.
En caso de deshidratación leve, si el perro no está vomitando se le puede dar una solución de electrolitos mediante una botella o una jeringa en la bolsa de la mejilla. Las soluciones electrolíticas balanceadas para el tratamiento de la deshidratación en los niños, tales como el lactato de Ringer con 5% de dextrosa en agua, o la solución Pedialyte, están disponibles en las farmacias y también son adecuadas para los perros. El Gatorade es otro sustituto a corto plazo para ayudar a restituir los líquidos. Administra la solución en una tasa de 1 a 2 ml por cada kilo de peso corporal y hora, dependiendo de la gravedad de la deshidratación (o como te indique tu veterinario).