Pues bien, el año pasado, comenzò a secarse una de las ramas del arbol, cayendoseles las hojas de forma prematura. En partes del tronco principal y la parte leñosa de esa rama seca, segragaban una sustancia viscosa y gomosa.
Tras limpiar esa sagregación, pude observar que provenía de pequeños agujeritos que había en la corteza, por lo que deducir que podía ser causado por algún tipo de insecto. Tras investigar por internet, pude comprobar que se trataba de galería realizada entre la corteza y la parte leñosa por una plaga muy habitual en los arboles frutales, en especial, en los melocotoneros, se trataba del Gusano Cabezudo.
Al levantar la corteza de esa zona de la rama dañada, me encontré con la desagradable sorpresa de la confirmación de todo lo expuesto. Ahí se encontraba el gusano cabezudo, deborando toda esa zona del árbol.
Seguí descubriendo otras zonas de la rama, apareciendo mas gusano, por lo que deduje que el daño ya era irremediable. Pues mirando detenidamente, casi todas las ramas del árbol, estaban dañadas.
Habiendo numerosas galerías por todos lados. Esto hacia que ramas tras ramas, se fuesen secando según pasaba los meses. Al mediado del verano, ya eran varias ramas principlaes que estaban muy afectada por el ataque del gusano.
Estos gusano desarrolla su ciclo y tras transformarse en ninfa, pasa a su fase adulta, se convirtiéndose en un coleóptero llamado Capnodis tenebrionis Durante la fase final del primavera y verano, se alimentan de hojas y tallos. Los pude localizar facílmente en las ramas superiores.
En un par de días, capturé cuatro de ellos, adheridos en las ramas superiores de la copa del árbol. Son fácil de localizar, por que aparecen hoja sin pedúnculo caídas en el suelo.
Con todo estos daños irreparables causado por este insecto, he tomado la determinación drástica de arrancar el árbol. He cortado todas las ramas superiores, dejando la parte inferior para poder manipular el resto del árbol para arrancarlo de raíz.
Y finalmente, he aprovechado la ultima utilidad del melocotonero, que es aprovechar su leña para la chimenea, asegurando la total destrucción de los gusanos que aun pueden quedar dentro del tronco y ramas.
Con todo lo expuesto, doy por terminado este comentario sobre los daños causado por el gusano cabezudo, aunque aun se podría aportar mucho mas datos sobre esta temible plaga de los arboles frutales.Un cordial saludo. Antonio
