“Olvidaros de Martyrs, esto es otra cosa”… Éstas fueron las palabras que el director de la película dijo en su paso por el Festival de Sitges. Y tenía razón, porque si el anterior film de Pascal Laugier era sorprendente, duro y terrorífico esta nueva aventura americana le ha quedado convencional y muy light en todos sus aspectos. Vamos, que el precedente de Martyrs no le hace ningún favor a El hombre de las sombras. La historia parte de una idea conocida, es una nueva versión del hombre del saco que se lleva a los niños. Para no quedarse sólo en eso, Laugier llena el argumento con varios giros argumentales, que empiezan sorprendiendo un poco pero terminan mareando. En conjunto el film no está mal, pero viniendo de dónde viene se le podía exigir mucho más.
Lo mejor: Jessica Biel aguanta muy bien el protagonismo del film.
Lo peor: con tanto giro te mareas… ¡Y queríamos más sangre!