La nebulosa N11 es una activa región de formación de estrellas. Crédito: NASA/ESA/J. M. Apellániz (Instituto de Astrofísica de Andalucía, España).
El Telescopio Espacial NASA/ESA ‘Hubble’ ha fotografiado un complejo entramado de nubes de gas y de agrupaciones de estrellas en el interior de nuestra galaxia vecina, la Gran Nube de Magallanes. Esta región de formación de estrellas es una de las más activas del Universo cercano.
La Gran Nube de Magallanes contiene numerosas burbujas brillantes de gas. Una de las más grandes y de las más espectaculares es la LHA 120-N 11, del catálogo redactado en 1956 por el astrónomo y astronauta Karl Henize. Se la conoce comúnmente como N11.
Vista desde cerca, esta rosada nube, henchida de radiante gas, recuerda a un esponjoso algodón de azúcar. Desde lejos, su característica silueta inspiró a los astrónomos a rebautizarla como la Nebulosa ‘Alubia’. Sus coloridos y dramáticos rasgos son una muestra evidente de la formación de estrellas que tiene lugar en su interior.
La nebulosa N11 es una región muy estudiada, con una extensión de unos 1000 años luz. Es la segunda mayor región de formación de estrellas en la Gran Nube de Magallanes y ha dado lugar a algunas de las estrellas más grandes que conocemos.
Es precisamente esta actividad de formación de estrellas lo que le confiere
La nebulosa N11 en la Gran Nube de Magallanes. Crédito: ESO/Digitized Sky Survey 2. Acknowledgment: D. De Martin. (clic para ampliar)
su aspecto característico. Tres generaciones sucesivas de estrellas, cada una a mayor distancia del centro de la nebulosa, han dado lugar a múltiples capas de polvo y gas. El polvo que envuelve a los embriones de estrella es disipado en las primeras fases de la vida de éstas, lo que da lugar a las características estructuras con forma de anillo que se pueden apreciar en la imagen.
Las alubias no son la única forma terrestre reconocible en esta espectacular imagen de alta resolución tomada por el Hubble: en la esquina superior izquierda se puede distinguir el brillo rojizo de la Nebulosa LHA 120-N 11A, con forma de rosa. Sus pétalos de polvo y gas reciben luz desde el interior de la nebulosa, gracias a la radiación de las estrellas masivas que alberga en su interior. La N11A es una nebulosa relativamente compacta y densa; las estrellas más jóvenes de esta región del espacio se han formado en su interior.
En la N11 abundan las agrupaciones de estrellas, entre las que también destaca el NGC 1761 en la parte inferior de la imagen – un grupo de jóvenes estrellas masivas que emiten una gran cantidad de radiación ultravioleta.
Aunque es mucho más pequeña que nuestra Galaxia, la Gran Nube de Magallanes es una vigorosa región de formación de estrellas. El estudio de estas guarderías estelares ayuda a los astrónomos a comprender cómo se forman las estrellas, cómo evolucionan y cuánto pueden durar.
Tanto la Gran Nube de Magallanes como su hermana pequeña, la Pequeña Nube de Magallanes, se pueden observar fácilmente a simple vista, y son un objeto familiar para los habitantes del Hemisferio Sur. El descubrimiento de estas galaxias desde el punto de vista europeo se atribuye comúnmente al explorador portugués Fernando de Magallanes y a su tripulación, que las observaron durante su viaje de circunnavegación en 1519. Sin embargo, el astrónomo persa Abd Al-Rahman Al Sufi y el explorador italiano Amerigo Vespucci recogieron la existencia de la Gran Nube de Magallanes en sus cuadernos mucho antes, en los años 964 y 1503, respectivamente.
Vista general de la Gran Nube de Magallanes. Crédito: Robert Gendler/ESO
Artículo publicado en el portal de la ESA.