
Seguramente, a todos nos ha pasado alguna vez que ciertos factores como los cambios horarios, los turnos de trabajo de noche o algunas condiciones ambientales inadecuadas (ruido, tipo de colchón o temperatura), han afectado a la calidad de nuestro sueño. Se trata del insomnio, y es el trastorno del sueño más frecuente entre la población adulta (más del 5%)
Sin embargo, según los estudios, son los factores psicológicos los que explican cerca de un 80% de los casos de insomnio. Es decir, son principalmente las condiciones estresantes (problemas en el trabajo, económicos, familiares, etc.) las que suelen contribuir a que nuestro sueño no sea tan reparador como deseamos.
Se han propuesto distintas técnicas para combatirlo, entre las que se encuentran: la intención paradójica, la relajación muscular, la higiene del sueño, la detención del pensamiento, etc.
Todas ellas, si se hacen bien, suelen mostrar muy buenos resultados. Te invitamos a practicarlas.
