El jardín de las hadas sin sueño

Autor: Esther Sanz
Edición: Montena, 2012 El club de los invisibles, de Dolores Ferrer Marí El Hobbit, de J. R. R. Tolkien Marejada, de Diana G. Romero Argumento
Opinión - Estefanía Esteban, 12/12/2012

Un libro que dista mucho de ser una continuación digna de mención

En general, esta novela es un paso intermedio que la autora podría haberse ahorrado. Sí, suceden cosas, pero cuando cierras el libro, la historia se encuentra casi en el punto de partida; y eso que se barajan cartas que podrían haber dado mucho juego.

Después de El bosque de los corazones dormidos, Esther Sanz emprende esta continuación con nuevos escenarios y personajes, haciendo creer al lector que encontrará una nueva trama con gancho; sin embargo, llega un momento en el que da la sensación de que esos primeros capítulos no han tenido más razón de ser que la de introducir un par de personajes en la historia, complicando únicamente la vida sentimental de la protagonista. Y así, la autora continúa el libro de forma tan superficial como lo hizo en el primero, y vuelve a recurrir a elementos extraños y sin sentido.

Pero en El jardín de las hadas sin sueño conocemos a Robin. En comparación con Alice (una protagonista idealista en exceso) y Bosco (un personaje masculino con el que cuesta empatizar), Robin le da otro toque a la historia, y su aparición agiliza la lectura y despierta el interés. A pesar de esto, el triángulo amoroso que se establece entre ellos aprueba justito, y el tema de las primeras relaciones sexuales es totalmente prescindible (aunque esté tan bien tratado).

En esta novela la escritora vuelve a seducirnos con sus fábulas sobre hadas, y además su estilo ha mejorado con respecto al del primer libro de la saga; sin embargo, no nos ofrece una obra con la garra necesaria. Es un libro que entretiene pero que dista mucho de ser una continuación digna de mención.