El legado de los festivales de música: sostenibilidad pensando en el día después

A más de uno os habrá pasado, en SOSTENIBILIDAD A MEDIDA con mucha frecuencia nos preguntan ¿Qué beneficios nos puede aportar la sostenibilidad? y de antemano se espera una respuesta que sea lo más cuantificable y material posible, un porcentaje más de ventas o clientes, un ahorro de determinado, hablar de valor social, de reputación, de mejor relación con los grupos de interés parece que no tienen interés alguno si no se traslada a cifras, y sobre todo a una variable económica, y sin embargo, posiblemente en estos intangibles esté el principal valor que puede aportar la sostenibilidad a una organización y el primer paso para que acabe trasladándose a la cuenta de resultados.

Si además tratamos de llevar la sostenibilidad al sector de la comunicación y los eventos, acciones efímeras, que se desarrollan a lo largo de un breve espacio de tiempo y prima el “haz lo que sea, pero que esto salga adelante“, tal y como es el caso del 99% de los eventos, por ejemplo festivales de música, la respuesta en forma de intangibles se hace mucho más complicada, al hecho de ser un sector muy hedonista, donde mayoritariamente prima el placer y la diversión por encima del compromiso, pensar en hacer “algo más” sólo por el hecho de poder recoger algo de reconocimiento, cuando hacerlo de una forma convencional no supone, hasta el momento, enfrentarse a ningún tipo de sanción ni mucho a menos penalización por parte de los asistentes, se antoja muy difícil. Aún así, ya sabéis que estas situaciones son para nosotros un reto, y en nuestros sucesivos estudios sobre el valor que la sostenibilidad aporta a un evento hemos logrado trasladar este a variables económicas, el 7% en el precio de la entrada en caso de demostrar un patente compromiso con la sostenibilidad, por poner un ejemplo.

Pareciera por tanto que ya está en marcha esta tendencia y es cuestión de tiempo que acabe llegando a la mayoría de eventos o festivales, pero nada más lejos de la realidad, porque como síntoma, en estos días leo comentarios bastante indignados y preocupados ante noticias como esta y las escenas que relata: Busqueda de Chatarra tras la celebración del FIB.

Que el día después (e incluso durante la celebración) un festival se convierta en el escenario donde personas buscan migajas y restos de los que poder sacar algo de provecho es algo propio de imágenes de algunos vertederos tristemente famosos, pero sobre todo, señala dos cosas muy mal gestionadas: el estado en el que ha quedado el lugar donde se ha celebrado este evento, donde no se ha tenido cuidado de gestionar adecuadamente y evitar que quedaran residuos, y la poca capacidad de la organización para, anticipándose a este problema, usar un lugar de reunión de muchas miles de personas para articular mecanismos de solidaridad con estos colectivos.

Y es que por encima de todo, una de las cosas que supone desarrollar iniciativas de sostenibilidad aplicada a a un evento, como puede ser un festival, es pensar de antemano en el lugar donde se va a celebrar este festival un día después de que este termine, qué legado va a dejar, si uno de basura y restos que vendrán a rebuscar o el de una corriente de solidaridad que puede aliviar la difícil situación de varias familias. Ya no se trata de que se haya logrado un determinado sello, acreditación o certificado, también los auditores, si es que visitaron el festival, se habrán ido al día siguiente y no verán esta dantesca imagen, se trata de mostrar una serie de valores, de compromisos, de ética.

Si, se trata de un ejemplo concreto, pero que organizadores de otros festivales ya han comentado con que lamentablemente también lo han observado, y se trata de un aspecto muy llamativo, pero … pensemos que algo similar ocurre con diferentes cuestiones de tipo ambiental: ruidos, emisiones de Gases de Efecto Invernadero, residuos, y también parece que no haya gran voluntad de mejora. Ni dan lugar a tan llamativas imágenes como para que lleguen a un medio de comunicación.

Debe abordarse la sostenibilidad como una mezcla de responsabilidad por los impactos, de ética por contribuir a que cambie lo que no funciona o genera problemas, de sentirse parte del entorno y entender que debes hacer algo para mejorarlo, vale si,  la sostenibilidad supone asumir que si bien no eres parte del problema, al menos directamente, si que tienes la intención de ser parte de su solución, y quieres contribuir a su arreglo.

Y no se trata de algo utópico o ideal, ya se habla del modelo de empresa del futuro, donde aquella que no sea responsable, no tendrá modelo de negocio,  por lo que ocurrirá lo mismo con los eventos, si son una de las herramientas de comunicación y marketing de las empresas, deberán contagiarse de esta responsabilidad y la sostenibilidad será uno de los síntomas de dicho contagio en los eventos corporativos o aquellos que quieran seguir contando con la participación o el patrocinio de las empresas. Y es que si una empresa no va a poder hacer negocio sin comprometerse con unos valores, tampoco será posible comunicar sin valores, o comunicar no valdrá para nada.

@tehagoeco

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