Saber leer el lenguaje corporal de tu perro es clave para entenderle, evaluar su actitud, y predecir su próximo movimiento. Porque los perros son no verbales, su lenguaje corporal habla por ellos. La vocalización tiene un lugar secundario entre las formas de expresarse de los perros. Una vez que aprendas estos tipos básicos del lenguaje corporal de los perros, invierte un poco de tu tiempo en observar cómo interactúan con las personas y con otros animales en diversas situaciones.
Comprender el lenguaje corporal de los perros también puede ayudar a protegeros, tanto a ti como a tu perro, de situaciones peligrosas, así como la ayudar en el entrenamiento o en la identificación de problemas comunes de comportamiento.
Seguro y confiado
Un perro confiado está recto y espigado, con la cabeza alta, las orejas levantadas y los ojos brillantes. Su boca puede estar un poco abierta, pero relajada. Su cola puede estar balanceándose suavemente, ligeramente enrollada o colgando en una posición relajada. Se encuentra amable, no amenazante y en paz con el entorno que le rodea.
Feliz
Un perro feliz mostrará los mismos signos que un perro confiado. Además, suele mover la cola y a veces mantener la boca más abierta o incluso jadear ligeramente. Él parece más amigable y contento que el perro confiado, sin signos de ansiedad.
Juguetón
Un perro juguetón está feliz y emocionado, casi diríamos que agitado. Sus orejas están hacia arriba, sus ojos están brillantes, y su cola se mueve rápidamente. Puede saltar y correr con alegría. A menudo, un perro juguetón exhibirá la postura del juego: las patas delanteras estiradas hacia delante, con la cabeza hacia el frente, la parte posterior hacia arriba y posiblemente meneándose. ¡Esta es sin duda una invitación a jugar!
Sumiso
Un perro sumiso mantiene su cabeza baja, las orejas acachadas y su mirada apartada. Su cola está baja y puede balancearla un poco, pero no escondida. Puede rodar sobre su espalda y exponer su vientre. Un perro sumiso puede también acariciar o lamer al otro perro o persona para mostrar aún más su intención pasiva. A veces, olerá el suelo o desviará su atención para demostrar que él no quiere causar ningún problema. Un perro sumiso es dócil, apacible y no amenazante.
Ansioso
El perro ansioso puede actuar parecido a un perro sumiso, pero a menudo mantiene sus orejas parcialmente hacia atrás y el cuello estirado. Él está de pie en una postura muy tensa y algunas veces se estremece. A menudo, un perro ansioso gime, se queja, bosteza y/o se relame. Su cola está baja y puede que escondida. Puede mostrar la parte blanca de sus ojos. Un perro ansioso puede reaccionar de forma exagerada a los estímulos y puede volverse temeroso o incluso agresivo. Si estás familiarizado con el perro, puedes intentar desviar su atención hacia algo más agradable. Sin embargo, ten cuidado, no le provoques y trata de calmarle.
Temeroso
El perro temeroso combina las actitudes sumisas y de ansiedad con señales más extremas. El perro se encuentra tenso pero muy cerca del suelo. Sus orejas están hacia atrás y sus ojos están estrechados y tiene la mirada apartada. Su cola está entre sus piernas y normalmente temblorosa. Un perro temeroso a menudo se queja o gruñe, e incluso podría mostrar sus dientes en defensa. También podría orinar o defecar. Un perro temeroso puede volverse agresivo rápidamente si detecta una amenaza. No trates de tranquilizar a un perro ansioso, mejor retírate de la situación con calma. Si eres el dueño, mantente firme y confiado, pero no consueles ni castigues a tu perro. Trata de trasladarle a un lugar menos amenazador y más familiar para él.
Dominante
Un perro dominante tratará de imponerse sobre otros perros, y a veces sobre las personas. Se coloca en posición alta y confiada, y puede inclinarse un poco hacia adelante. Sus ojos están muy abiertos y mantiene el contacto visual directo con el otro perro o persona. Sus orejas están alzadas y alerta, y el pelo de su espalda pueden estar erizado. Puede gruñir moderadamente. Su comportamiento parece menos amable y posiblemente amenazante. Si este comportamiento se dirige hacia otro perro que se muestra sumiso, no hay de qué preocuparse. Si el otro perro también trata de ser dominante, puede que haya pelea… Un perro que dirige el comportamiento dominante hacia las personas puede suponer una grave amenaza. No tengas contacto visual con él y trata de alejarte poco a poco. Si tu perro presenta este comportamiento hacia las personas, será necesario modificar su conducta.
Agresivo
Un perro agresivo va mucho más allá de uno dominante. Todos sus pies están firmemente plantados en el suelo de manera territorial, y se podría lanzar hacia delante. Sus orejas están estiradas hacia atrás, la cabeza está al frente, y los ojos están estrechados pero su mirada es penetrante. Su cola está recta, la mantiene en alto, e incluso puede estar meneándola. El perro descubre sus dientes, chasquea la mandíbula y gruñe o ladra de forma amenazante. Su pelo de la espalda está erizado. Si estás cerca de un perro que muestre estos signos es muy importante que te alejes con cuidado y lentamente. No corras. No mantengas el contacto visual directo con el perro. Tampoco muestres miedo. Poco a poco, vete a un lugar seguro. Si tu perro se vuelve agresivo, buscar la ayuda de un entrenador profesional de perros para aprender la forma correcta de corregir ese comportamiento. Los perros con comportamientos agresivos nunca deben ser utilizados para la cría.