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El lenguaje corporal de los perros, ¿cómo interpretarlo?

Por Jgallego19
perro feliz

Sería genial si los perros pudieran hablar en el lenguaje humano. Pero ellos ya se comunican con sus ruidos y su lenguaje corporal. Teniendo en cuenta el lenguaje corporal de los perros, podemos saber qué comida les gusta, quién es su persona favorita o a qué gato les encantaría perseguir. Un signo importante de discernir de las acciones de tu perro es la agresión. Tú puedes protegerte y proteger a tu perro interpretando sus movimientos, que ilustran cuando tu perro se ve amenazado y a punto de saltar. Es aconsejable que tengas en cuenta todo el lenguaje corporal del perro para poder interpretarle, dividiéndolo en componentes que sean más fáciles de entender:

Presta atención a la voz de tu perro

Tu perro es, sin duda, muy ruidoso, y produce una amplia gama de sonidos, desde gemidos y tímidos gruñidos, hasta ladridos. Los gemidos pueden significar que el perro está asustado, enfermo o ansioso. Algunos perros gimen cuando están muy entusiasmados, o suben el volumen o el tono de su ladrido para indicar emoción. El ladrido de un perro no es necesariamente una señal de agresividad. Ellos pueden ladrar también por emoción, felicidad, aburrimiento o frustración. Un perro que gruñe es más probable que sea un perro agresivo.

Observa la boca de tu perro.

Un labio superior curvado que expone sus dientes de manera temible es generalmente un signo de el perro está muy agitado y a punto de morder. Mostrar los dientes suele ir acompañado de un gruñido. Un perro feliz está relajado y su boca está cerrada o ligeramente abierta, o puede estar jadeando. Un perro que está ansioso también puede jadear. Algunos perros pueden mostrar algo parecido a una  sonrisa, especialmente cuando muestran sumisión.

Comprueba los ojos del perro.

Los ojos de un perro feliz son de tamaño normal y brillantes. Cuando están sorprendidos o extrañados, puede levantar los párpados y exagerar su expresión con la cabeza inclinada. La agresión por miedo en los perros a menudo es expresada mediante ojos de aspecto desorbitado: la piel estirada hacia atrás, el blanco de los ojos al descubierto y las pupilas dilatadas. La agresión dominante hace que el perro fije sus ojos en una persona o animal, buscando el contacto visual. Si los ojos de su perro parecen algo más pequeños de lo normal, puede tener miedo, estar estresados ​​o estar enfermos.

Ten en cuenta la posición de la cola del perro.

Si él es feliz, por lo general la meneará. Sin embargo, un movimiento de cola no siempre significa que está en un buen estado de ánimo, sino que también puede señalar agresión, por lo que debe ser entendida en contexto junto con otras señales del cuerpo.
Si el perro tiene la cola entre las piernas, tiene miedo o está siendo sumiso. Un perro que muestra agresión por temor mantendrá su cola rígida, y hacia abajo. Si la agresión que muestra es dominante, mantendrá su cola rígida, pero en alto. Esta señal, junto con un cuerpo tenso, orejas erguidas y dientes al descubierto, te está advirtiendo de que un ataque es inminente, a menos que el perro sea sacado de esa situación.

Examina los orejas de tu perro.

Un perro cómodo mantendrá sus orejas normalmente. Cuando está escuchando o en alerta, sus orejas se sitúan en lo más alto de su cabeza. Si el perro tira las orejas un poco hacia atrás, significa que se encuentra en modo amistoso. Lo perros sumisos o temerosos tienen las orejas hacia los lados o aplanadas sobre la cabeza.

Observa la postura general de tu perro.

Si él quiere jugar, puede inclinarse, poniéndose en cuclillas. Si él es feliz, sus músculos están flojos y relajados, y si tiene miedo, puede encorvar la espalda en un intento de parecer pequeño o puede agazaparse contra el suelo. Un perro dominante o en alerta tensa sus músculos y se mantiene erguido, o se lanza hacia delante. Un perro sumiso puede darse la vuelta hacia atrás con una pata trasera levantada.


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