Valladolid-Real Madrid. El partido jugado esta noche presentó a dos equipos con sendas urgencias en sus conjuntos. Los de Zorrilla necesitaban ganar para no hundirse más en la zona baja de la tabla, mientras que los merengues venían de la peor semana vivida, posiblemente de su historia, tras la eliminación de la Copa del Rey, la virtual pérdida de La Liga y eliminación de la Champions.
La primera parte constituyó una montaña rusa de emociones.
En los primeros dieciocho minutos del partido el Valladolid había fallado un penalti y el VAR anuló (con gran acierto) dos goles a los locales, denostando una imagen muy pobre de los de Solari. En el veintinueve Anuar consigue el ansiado gol que buscaban los locales. El Valladolid se ponía 1-0 y dejaba al Madrid muy tocado.
Cinco minutos le duró la alegría a los de Zorrilla.
En un saque de esquina y tras varios rechaces, Masip no acierta en el despeje y Varane caza la pelota suelta que solo tiene que empujar a puerta. 1-1 y a partir de ahí se vio a un Real más sereno y con mayor control del partido.
La segunda parte empezó de la misma manera que la primera; El Valladolid echado hacia delante hasta que un doblete de Benzema, primero de penalti en el minuto cincuenta y después de cabeza en un remate al córner sacado por Kroos, terminaron de hundir a los locales.
El resto del partido tuvo poca trascendencia.
Casemiro se 'autoexpulsó' en el ochenta colocándose delante del balón, y obstruyendo el saque de una falta. Modric, -el único destacable en los últimos partidos de los blancos- marcó el cuarto gol en el ochenta y cuatro. A partir de ahí, los cambios de Varane y Reguilón por Vallejo y Marcelo, cerraron un partido que podría ser el último del entrenador argentino, Santiago Solari.